Desde el aire, podría resultar difícil diferenciar el Ecopark de MIA Design Studio del resto de humedales. Y es que el proyecto reproduce el paisaje vietnamita añadiendo un gesto arquitectónico sutil: una fachada de edificaciones en uno de los lados del terreno. Una acción que busca dar sentido a una intervención que, de otra manera, no podría tener un uso diferente al resto del contexto.
Del humedal al Ecopark
Sin un observador, el paisaje es solo territorio. Y sin la aparición del pequeño complejo de MIA Design Studio, habría sido difícil diferenciar su Ecopark de un entorno que comparte —más o menos ordenados— los mismos elementos: lagunas, vegetación y arbolado. La presencia de esas pequeñas piezas introduce una función ─el uso hostelero y deportivo─ que afecta a la composición y a la presencia de una parcela mucho más grande.

No sabemos si esta diferencia de tamaño entre la parte erigida y la parte vacía responde a una sensibilidad por el paisaje o a una razón más pragmática ─falta de presupuesto, normativa urbanística, etc.─, pero ambas áreas se sintonizan en una simbiosis paisajística. La laguna y sus alrededores, para ganar observadores, las piezas arquitectónicas para tener un sitio donde mirar.


La arquitectura discreta de MIA Design Studio
El parque se resuelve de una manera sencilla, con un camino que recorre la gran masa acuática perimetralmente y que se va acercando y alejando de la orilla para dar cabida a diferentes tipos de vegetación. La arquitectura, en cambio, está obligada a no quedar como una intervención anecdótica. La franja de edificaciones se descompone en pequeños volúmenes que orientan las vistas hacia distintos puntos de la parcela. Esta disposición quebrada favorece lugares de sombra y huecos entre donde dicha vegetación puede integrarse con la estructura. Las fachadas de madera y las cubiertas vegetales juegan a desaparecer, imitando las texturas colindantes de una manera más efectista que efectiva, pero al menos sirven como un buen telón de fondo para la vista de un paraje plano.


Es interesante la actitud comedida con la que MIA Design Studio ha planteado el proyecto, algo difícil de ver en otras propuestas de este estilo. Utilizar una arquitectura acorde en escala y extensión implica ser consciente en todo momento de cuál es el mensaje: no hay paisaje sin observador, pero tampoco sin territorio.

En este enlace puedes leer otro artículo sobre la Sky House de MIA Design Studio.
El proyecto se encuentra en la región vietnamita de Vihn city en medio de un paisaje de humedales.
Los arquitectos han diseñado un parque en torno a la laguna que se complementa con una banda de edificios que ofrecen servicios de hostelería y deportivos.