Los panoramas y dioramas fueron una atracción muy popular en el siglo XIX. Hoy diríamos que venían a ser una suerte de pintura expandida que apuraba al máximo las posibilidades ilusionistas de la representación. Esa decantación espectacular los situaba en la vecindad del teatro; se trataba de que el espectador se sintiese parte de la función. El diseño de eficaces experiencias inmersivas es uno de los ingredientes del éxito arrollador de Es Devlin, una presencia ineludible en la escena británica de los últimos años. Devlin suele definirse como escenógrafa y artista, y sus intervenciones en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres o sus colaboraciones con Kanye West, Adele, Lorde o Carlo Rovelli la han catapultado a un nivel de popularidad que no podrían garantizarle sus aclamados decorados operísticos.
Su instalación en Pitzhanger Manor, la residencia de campo de Sir John Soane que ha reabierto sus puertas este año como espacio expositivo, tiene mucho de diorama estilizado y puesto al día. Devlin se inspira en una gran maqueta de la que disfrutaba cerca de su casa cuando era niña y en la que los edificios se iluminaban para asociarse a acontecimientos históricos narrados a través de un altavoz. El mecanismo es similar al Palacio de la Memoria, un dispositivo mnemotécnico que tiene su origen en la Antigüedad clásica y que consiste en relacionar conceptos con las estancias de un edificio, y de ahí toma el título. La instalación es una gran superficie curva de más de 18 metros de ancho enfrentada a dos grandes espejos ubicados en el techo y en la pared contraria.
El público accede por una hendidura en mitad del arco, de modo que la prolongación ilusionista y especular del espacio asegura su inmersión total. Este se concibe como una especie de mapa histórico en el que Es Devlin esparce en orden cronológico distintas construcciones y lugares que se vinculan a hitos cruciales del pensamiento humano seleccionados según su criterio: desde las primeras muestras de la figuración humana en los abrigos sudafricanos a la torre de Frombork donde Copérnico elaboró su cosmología heliocéntrica en el siglo XVI, pasando por la habitación donde Mary Wollstonecraft escribió Vindicación de los derechos de la mujer en 1792, el autobús de Alabama donde Rosa Parks se negó a ceder el asiento en 1955 o las escaleras del parlamento sueco en las que se inició el activismo de Greta Thunberg. Ingenio eficaz al servicio de las buenas intenciones.