Rehabilitar un restaurante con más de 50 años de historia a orillas del Mar Negro, en el sur de Ucrania, es un reto que cualquier diseñador estaría encantado de asumir. Un trabajo que debería surgir de combinar en una misma idea la amalgama de sabores y aromas étnicos de Kiev, con el alma de Odessa, la ciudad que da nombre al restaurante y que es conocida como La Perla del Mar Negro por la mezcla de arquitecturas europeas en sus calles.
De piedra, pizarra y madera natural está compuesta la paleta usada en este proyecto. Una propuesta de carácter fuerte en la que se combinan espacios amplios y luminosos con rincones más íntimos y ambientados para que el comensal sienta como suyo el lugar.
Los casi 30 km de cuerda usados como revestimiento en el techo nos sirven de hilo conductor por el que ir descubriendo las diferentes salas. En cada una de ellas un material protagonista: la madera y el cobre en la barra, un muro de piedra arenisca en el pasillo que conduce a los aseos o el acero impreso con un mapa topográfico de la antigua ciudad en el salón más pequeño. Mención especial merece la iluminación. Un trabajo brillante que evoluciona a lo largo del día y que consigue jugar con nuestras emociones.
El proyecto de restauración del local fue liderado por YOD Design Lab, estudio empeñado en dotar de un enfoque individual a cada materia introduciendo trazos de diseño experimental en entornos más tradicionales.