Año 2062. La vida que nos aguarda dentro de medio siglo es impredecible aunque algunos rasgos de nuestra sociedad actual seguirán vigentes. Entre ellos el paradójico modus vivendi del hombre occidental que, por ejemplo, usa las tecnologías para conectarse con sus semejantes aunque aumenta su soledad; o que defiende sus derechos mientras queda atrapado en la telaraña del consumismo. Estas son algunas de las reflexiones que el colectivo multidisciplinar Pleix plasmó en 2062, una exposición que tuvo lugar en La Gaîté Lyrique de París a principios de año. En este espacio dedicado a las artes numéricas, el grupo de creadores parisino presentó nueve instalaciones para disfrute y reflexión del público.
Apoyándose en el discurso icónico de la publicidad, una de las piezas está construida mediante fotogramas de colores brillantes con los que descubrir la alimentación del futuro. Un trabajo donde la perfección de las imágenes contrasta con un mundo que se animaliza paulatinamente. En otra de las instalaciones se escenifica el reverso de nuestro consumismo actual: sacos de dormir informes como gusanos de fibra sintética arremolinándose en torno a contenedores de basura. En otro proyecto, tal vez el más impactante, las pantallas tejen una red que absorbe por completo a su usuario. El típico sillón frente al televisor está envuelto en una gasa translúcida como metáfora de la pantalla televisiva y su poder de abducción.
Más que como un manifiesto, las obras de Pleix funcionan como juegos visuales y numéricos que nos enfrentan a realidades presentes y futuras. Es el trabajo relevante de siete artistas que desde 2001 han producido anuncios, videoclips e instalaciones con el fin de invitarnos a pensar sobre el estatus del mundo digital y su papel en nuestras vidas. A partir de noviembre y hasta enero del próximo año, 2062 podrá visitarse en la MU Gallery de Eindhoven.