A través de un gesto conciso y caligráfico, los arquitectos de Shomali Design Studio han ofrecido su propia reinterpretación de la tipología en forma de A en una cabaña al norte de Irán. En la apariencia fluida y delicada de la cabaña Kujdane, el observador extranjero intuye reconocer una silueta evocadora de los trazos de la escritura persa.
No es este, sin embargo, el rasgo que el equipo iraní Shomali Design Studio destaca de la cabaña Kujdane. La atención se focaliza en el eje central de cristal que la atraviesa y que articula una peculiar relación entre el espacio doméstico interior con el clima y el entorno exterior que la rodea.
Quizá como una reformulada o reinventada chimenea, este elemento conecta el suelo con el cielo y se abre como un cauce por donde la lluvia y la nieve penetran en el escenario de la residencia. Esto intensifica aún más la conexión entre la experiencia de habitarla y la vinculación con el paisaje proporcionada por las dos inmensas fachadas acristaladas.
La propuesta de este estudio puede leerse como una especie de cruce entre esa tradicional imagen de la casa con techumbre a dos aguas— con la presencia de la madera, acogedora y sugiriendo ese enlace directo con la vegetación del lugar— y una actualización de los principales fundamentos modernos. La madera se coordina armónicamente con los tonos neutros y los materiales más contemporáneos de los electrodomésticos y diferentes componentes de mobiliario.
Un repaso a los proyectos diseñados por Shomali Design Studio refleja la audacia con la que los dos hermanos Shomali, Yaser y Yasin, están abordando el tratamiento de la vivienda a pequeña escala en unión con lo silvestre. En la naturaleza no solo hallan las metáforas que plantean el concepto de base, sino también la materia que se convertirá en arquitectura. En un signo de respeto hacia ella, como llevan a cabo en la casa Shalakht o, principalmente, en Gil Cottage, son capaces de reconvertir y dar nueva vida al tronco roto de un árbol en medio del bosque.
