Del 25 de septiembre al 18 de febrero de 2024, la Casa de México celebra su quinto aniversario con una exposición conmemorativa donde repasa la obra de 70 creadoras mexicanas. Y todo con la intención de reivindicar, visibilizar, revisar y documentar el papel de las mujeres en la industria del diseño.
Un homenaje al diseño y la artesanía en Casa de México
Casa de México celebra su primer lustro en España con una muestra que recoge algunos ejemplos de diseño hecho por mujeres del país americano. Ana Elena Mallet y Pilar Obeso —comisarias de la exposición— han aportado desde sus respectivos campos de acción una perspectiva de análisis profundo, en la que 145 piezas provenientes de 13 estados mexicanos se amalgaman en siete núcleos: La colaboración, Repensar la tradición, Nuevos medios y nuevos materiales, De lo local a lo internacional, Binomios, Una perspectiva de género y Los alcances de la comunicación visual.
Mallet, con su extensa trayectoria en la curaduría de diseño contemporáneo, y Obeso, diseñadora de moda y gestora de proyectos, han tendido un puente robusto que permite a los visitantes adentrarse en la densidad de lo más representativo del diseño en femenino mexicano de los últimos 23 años. Entre las obras se observan algunas realizadas por mujeres indígenas, posicionando a la artesanía en el lugar que merece. Y es que, comúnmente denostada, la artesanía actual no es otra cosa que el punto de encuentro entre el diseño y el folclore: algo que debemos tanto dignificar como proteger en el mundo moderno.
Algunas de las creaciones más bellas e interesantes son la urna de Rufina Ruiz López —maestra artesana con más de 45 años de oficio a su espalda—, la pichancha de Macrina Mateo Martínez o los rebozos de seda de Angélica María Ventura Salazar. Otros trabajos mucho más contestatarios y con un toque de humor son el tríptico multimedia Paraíso menstrual de Daniela Villanueva y Mara Soler. También Monsignore de Aurora Pellizi, a medio camino entre el tapiz y la escultura y elaborado con elementos domésticos como herramientas de cocina y limpieza. Otros ejemplos son los zapatos silla de Bárbara Sanches Kane: unos tacones para que descansen los pies; la genial y muy necesaria Pussypedia de Zoe Mendelson, María Conejo y Jackie Jahn o el impresionante blusón bordado de Carmen Riñón.
Diseño femenino, diseño a secas
México —el segundo país con más feminicidios de América y a la cola de países que se consideran seguros para las mujeres— puede estar orgulloso de esta exhibición. Pero sobre todo de que sus diseñadoras y artesanas dobleguen estructuras y normas sociales buscando una práctica inclusiva, cosa que no han tenido que hacer sus compañeros. Simplemente por eso ya merecen este homenaje. Es necesario que las mujeres tengan presencia en el diseño y en el resto de industrias, ¿pero podemos hablar de diseño femenino? Las mujeres podrán aportar su visión del mundo desde una sensibilidad propia y absolutamente necesaria, pero lo cierto es que merecen ser consideradas diseñadoras por derecho propio, sin la coletilla de género que nunca se añade a la práctica de un hombre.
El espectro que se enseña en esta exposición refleja una diversidad que parece negar cualquier intento de categorización. La multiplicidad de ideas, el dialogar con materiales y la exploración de conceptos, como lo hecho a mano frente a la investigación de biomateriales, reflejan una escena vibrante, llena de individualidad y colectividad. ¿Acaso hablamos de diseño masculino? No, en ese caso hablamos de diseño a secas. El agravio debe ser compensado y todavía existe una distancia considerable de algo que realmente pueda considerarse igualdad de género. Lo único que podemos hacer es esforzarnos para que llegue el día en que este tipo de muestras no sean necesarias. Trabajemos todas y todos para que ese día llegue cuanto antes.
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Del 25 de septiembre al 18 de febrero.