Imaginada por Vitale, nace en Castellón la antítesis del diseño de clínica dental. Regentada por Isabel Cadroy y especializada en los más pequeños de la casa, su geometría y originalidad eliminarán todo temor a la carie.
La clínica dental que dejó de ser blanca
La espectacularidad del proyecto y su innovación en el diseño de clínica dental reside, precisamente, en todos los prejuicios estándares que derriba. Ese blanco frío, impoluto y aséptico que acompaña al ruido de motores, aspiradores y algún que otro ¡ay! se rodea ahora de colores como el coral, el amarillo medio o el esmeralda para aportar un toque lúdico y recibir con los brazos abiertos al visitante. Una gama de secundarios que resta contraste y genera calma y serenidad diluyendo el estrés y la ansiedad.
Cómo hacer acogedor lo temido es el gran reto de Vitale, que no solo propone una estética apasionante, sino que aboga por una nueva imagen y branding que apoye la experiencia y la comunicación. Porque no se trata de un espacio simplemente remediador, sino también de educación y aprendizaje de hábitos saludables. Así, la cálida madera y la vivacidad de las plantas en las estancias nos presentan un universo más cercano para hacernos sentir como en casa.
La geometría como lenguaje de Vitale
Y para reforzar esa noción de enseñanza, nada mejor que acudir al lenguaje de los usuarios primordiales de la clínica dental: los niños y los adolescentes. Tomando como inspiración los clásicos bloques de construcción de madera, nos encontramos ante un diseño geométrico que apuesta por los contornos básicos, pero aumentando su escala, de manera que tanto pequeños como mayores se sientan en un lugar divertido y sorprendente.
Arcos a modo de pórticos, móviles que se vuelven lámparas, cuadrículas de cuadernos imitadas en azulejos o puzles visuales trazados en los acabados de los muros se convierten en los acentos necesarios para sacar al niño que llevamos dentro sin caer en tópicos infantiles.
Un diseño innovador
Cada paso dentro del establecimiento está cuidadosamente pensado para que la vivencia sea única. Así, la geometría abandona la mera estética y se une a la funcionalidad, creando dos grandes hornacinas con forma de cápsula en la pared principal de la sala de espera; su misión no es otra que la de servir de asiento y transmitir una sensación de protección y comodidad previos al duelo dental. En la consulta, el sillón inclinado ya no dirige la vista a un falso techo desangelado durante la intervención, sino que esta queda entretenida en un pasatiempo visual y colorido que ameniza la incomodidad. El tratamiento de la luz culmina el ambiente doméstico mediante líneas indirectas y suaves esferas suspendidas, huyendo de habitaciones sobreiluminadas y diluyendo la transición entre áreas.
El establecimiento de Isabel Cadroy muestra una conjunción de fuerzas entre diversas disciplinas como el diseño gráfico, el diseño de interiores y el de experiencia, que cada vez se da con más asiduidad. Una lección magistral de cómo la creatividad, el color y un potente eje conceptual pueden romper con el estilo tan acusado de las clínicas pediátricas y mejorar su práctica y practicidad. Ya no hay excusa para acabar con el dolor de muelas.
En este enlace puedes ver otros diseños de clínicas innovadoras.
En Castellón, Comunidad Valenciana.
El lenguaje geométrico y colores como el coral, el amarillo medio o el esmeralda.
