Avivadamente rupturistas, las obras de Max Lamb tienden a demostrar la pureza y plasticidad de los elementos que las componen. El pasado 1 de julio, la galería neoyorkina Salon 94 Design inauguró la tercera exposición en solitario del diseñador, en la que la versatilidad matérica se alza como protagonista. Wood, Stone es un manifiesto, un ejercicio de precisión sobre la nobleza material que se descompone en formas funcionalmente irreales.
Nueva exposición en Salon 94 Design
La estrecha relación entre Max Lamb y Salon 94 Design se remonta a años atrás. En 2017, por primera vez el británico expuso en esta galería su colección Boulders, una serie de varios asientos que contaban la historia de la Cordillera de Adamello. Las piezas, realizadas con piedra de Pedettri Graniti, mostraban la esencia geológica del enclave, esa fuerza natural del cauce del río para moldear la roca y convertirla en un menir sedente. Dos años más tarde, las salas abandonaron el aspecto pétreo para acomodar entre sus paredes los restos de poliestireno que conformaron Scrap Poly. Una oda a la reutilización y aprovechamiento de componentes que se piensan sobrantes, pero cuyo potencial es estimable. Una práctica que Max Lamb refleja muy bien en su porfolio.
En esta nueva exhibición de Max Lamb se recupera el espíritu de esa primera intervención en Salon 94 Design, además de traer de vuelta el aura —aunque sin brillo— de Urushi Washima, su exposición de 2019 en la galería londinense Fumi. Wood, Stone consigue englobar el carácter artesano de ambos trabajos. La muestra, dividida en dos espacios separados, presenta distintos tipos de sillas y bancos de una complejidad perceptible. Existe un diálogo aparente que trata de lo prehistórico, pero también de la exactitud y el equilibrio. La capacidad de domar lo salvaje con las propias manos.
Wood, Stone. La doble colección de Max Lamb
En una primera sección, se acude al conjunto Wester Red Cedar, mobiliario escultórico realizado en madera de cedro. La aproximación a estos objetos es visualmente armónica y constructivista. Cada asiento está configurado para encajar consigo mismo como un engranaje perfectamente trazado. No hay secretos o una pretensión al ocultismo estructural. La geometría de los fragmentos permite ver el mecanismo que los hace ensamblarse unos con otros, pues la madera maciza se descompone en un rompecabezas de cortes precisos que se unen siguiendo un planteamiento organizado. Unas “sillas puzle” que, lejanas a las de Juan Ignacio Baxias, se erigen con monumentalidad por su volumen, con un armazón que no desperdicia ningún elemento.
La otra estancia acoge la metamorfosis de diferentes clases de rocas en taburetes cotidianos. Estas creaciones monolíticas pertenecen a cuatro series distintas que buscan exportar la fuerza y la capacidad moldeable de la piedra. Entre estas se encuentran algunas obras pertenecientes a la colección Boulders en granito y dolomita, la silla Feather and Wedge o el prototipo de la silla Campione. Esta última, concebida en colaboración con Trentino, es un ejemplo de las diversas técnicas —un total de 14— que pueden emplearse en el tallado de una roca para transformarla en un mueble útil.
Wood, Stone de Max Lamb establece un punto de unión entre dos materiales opuestos que forman parte de la naturaleza. Solo la paciencia en el proceso de su tratamiento puede dar lugar a resultados rigurosos, que destilen un aprecio por lo orgánico y un enfoque lúdico meramente humano.
En este enlace podrás ver otras exposiciones del diseñador de Max Lamb.
Es un diseñador de muebles británico que combina métodos de diseño tradicionales, a menudo primitivos, con diseño digital.
La exposición Boulders en 2017, Scrap Poly en 2019, 60 chairs en 2020 y varias exposiciones conjuntas como Midtowns en 2017.
