El claro de un bosque, a los pies del Mont Saint Gabriel (Ontario, Canadá), ha servido de emplazamiento para UPLÅ: una estructura de redes, cables y trampolines que permite a los visitantes caminar entre los árboles a varios metros de altura. The trekking group ha presentado así un proyecto con un espacio cambiante según la manera de recorrerlo y donde las interacciones se multiplican
Un parque de juegos en Ontario
Un claro en el bosque es bastante parecido a una plaza en una ciudad. Ambos representan un vacío en una estructura predominante; además dan pie a ser considerados un punto de encuentro y un catalizador de cualquier suceso. Teniendo esto en cuenta, UPLÅ ha sacado provecho de un emplazamiento deseoso de este tipo de intervención, y nos enseña cómo un lugar puede exprimir dicho vacío creciendo en altura o plegándose sobre sí mismo.
La propuesta nos introduce en un recorrido heterogéneo —con las sorpresas propias de las áreas de juego—, que amplía el rango de usuarios mucho más allá de los niños para que la interacción sea mayor. La amplitud y la pluralidad de los itinerarios buscan que la experiencia sea inmersiva y que podamos olvidarnos del modo en que nos desplazamos cuando estamos en tierra firme.
La mímesis natural de UPLÅ
Trabajos como el de UPLÅ quieren convertirse en un reclamo que genere una iniciativa económica para ayudar en el mantenimiento de parques naturales y zonas protegidas que, indudablemente, tienen un impacto sobre el medio. Sin embargo, hay que reconocer que el proyecto se amolda a la figura del entorno: el claro no deja de percibirse en ningún momento y el paisaje se completa con estructuras artificiales que se distinguen de los árboles pero que se mimetizan con sus troncos.
La arquitectura hecha de cuerdas cumple con la función claramente lúdica que aportan los colores, la luz tamizada entre los huecos, la variedad de formas o todas esas superficies irregulares y distintas al paso y al peso. Además, a todo esto se añade la posibilidad de contemplar la ligereza que otros edificios más serios persiguen cuando cargan con el peso de existir en contextos peculiares y quieren desaparecer a toda costa. Y eso es lo que ha logrado The trekking group al extender la idea de la plaza hacia el cielo sin renunciar al bosque.
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Un complejo recreativo construido con redes y cuerdas que permite recorrer en altura el claro de un bosque.
El proyecto se emplaza a los pies del Mont Saint Gabriel en la provincia de Ontario (Canadá).
