Alicante es de esas ciudades que concentran en poco espacio una topografía variada. Un paisaje idílico si no fuera por una avenida de mucho tráfico que corta el acceso a la playa del Postiguet desde el Castillo de Santa Bárbara. Un tránsito que el viandante puede salvar mediante una pasarela construida hace veinte años y que los arquitectos de bg-studio acaban de transformar estética y técnicamente para reanudar el paseo desde el casco histórico hasta el mar.
Primero, la actuación se centró en la estructura metálica de la pasarela original. Para ello se agregó una nueva carcasa curvilínea de plástico reforzada con resina y fibra de vidrio. Una segunda piel hueca que ha permitido la instalación de una iluminación elegante y sofisticada. De día, el color blanco y las formas redondeadas reflejan el sol. De noche, el envoltorio se ilumina dibujando un camino de luz suspendido en el aire sobre la carretera hasta el Mediterráneo. El puente renovado y su curva sobre la playa se convierten en una escultura moderna que anima el paisaje urbano con un diseño orgánico en la línea de lo que la omnipresente Zaha Hadid hizo en 2008 para el funicular de Innsbruck (Austria). Algo que encaja perfectamente con la filosofía de bg-studio: “empleamos la comunicación visual como herramienta fundamental para transmitir nuestros conceptos”.
