Después de las tiendas de Nueva York, Hong-Kong y Tokio, el estudio Jouin Manku ha diseñado para Van Cleef & Arpels un nuevo local en Seúl.
El entramado de celosía para Van Cleef & Arpels
El punto de partida de Jouin Manku fue establecer un diálogo entre esta casa centenaria de alta joyería —sinónimo del lujo francés— con la cultura coreana. De ahí vino la idea de integrar la naturaleza en este edificio de 784 m2. Cinco plantas en las que la marca exhibe secciones dedicadas a actos culturales, exposiciones, conferencias y zona comercial.
La fachada se hace perfectamente reconocible en el paisaje que conforma la calle: un entramado de metal, cerámica y luces tan elaborado que parece que estemos ante una obra de alta repostería en lugar de cristal y acero. El patrón de rombos —que cubre la envoltura como una celosía— divide y conecta lo de dentro con lo de fuera. Una barrera visual bellísima y límpida que permite al edificio beneficiarse de toda la luz y la energía de la urbe, a la vez que genera una sensación de privacidad y recogimiento. Y, de hecho, no vamos mal encaminados con esa imagen: es una pista de lo que se guarda dentro.
Naturaleza interior para una tienda de joyería
Al cruzar las puertas, lo que encontramos es un auténtico jardín: rocas, musgo, plantas, árboles y flores parecen abrirse paso, ordenadamente, entre los muebles y las vitrinas con algunas de las joyas más exclusivas del mundo. El papel de las paredes, el mobiliario, la escalera que conecta cada piso… cada elemento es una obra de arte en sí misma pensada a conciencia y elaborada por artesanos locales con materiales propios de la zona. Todo está orquestado para originar una atmósfera luminosa donde se respire tranquilidad, tradición y naturaleza en medio de una de las ciudades más frenéticas de Asia.
“Buscábamos la gracia, es la naturaleza la que ha creado esta tienda”, afirma Jouin sobre este proyecto con un 35% del espacio total ajardinado. Hasta las especies florales elegidas —que cambiarán con cada temporada— tienen un vínculo directo con Van Cleef & Arpels y sus joyas. Y todo gracias a la colaboración del paisajista Seo Ahn, que ha logrado que el componente vegetal responda por toda la decoración, más allá de las joyas expuestas y las ilustraciones en acuarella y guasch que cuelgan de las paredes. Además, este recurso también ha servido como homenaje a Corea, pues uno de los pisos está inspirado en las siete montañas que rodean Seúl. En otro, vemos un área privada para conversar que trata de plantear un ambiente mágico para “eliminar los límites entre interior y exterior”, explica Sanjit Manku.
Con este trabajo, el estudio Jouin Manku ha conseguido un diálogo magistral en el que conviven en perfecto equilibrio varios conceptos, a priori, antagónicos: entorno urbano y naturaleza, interior y exterior, lujo y artesanía, tradición y novedad, Oriente y Occidente. Jouin Manku han unido todos estos opuestos complementarios, llevando a la práctica la quintaesencia de la filosofía asiática. Ahí, en ese punto etéreo y exacto han encontrado ese delicadísimo estado de gracia al que apuntaban.
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Es un estudio centrado en arquitectura e interiorismo formado por Patrick Jouin y Sanjit Manku.
