La actividad de la relojera suiza HYT en sus primeros doce años de historia es vertiginosa por la cantidad de colecciones y modelos presentados. Con diferentes diseños, mecanismos y materiales, siguen manteniendo una personalidad inconfundible que proyecta su combinación de alta relojería y mecánica de fluidos.
HYT. Humanismo y perspectiva tecnológica
Habitamos un momento en el que el futuro se reproduce en el presente por la proliferación imparable de todo tipo de dispositivos electrónicos. Esto podría hacernos pensar que es imposible que exista un ámbito donde los procesos de investigación, desarrollo e innovación sean vitales para materializar productos fuera del horizonte digital. Pero ese ámbito existe: la alta relojería contemporánea. Un territorio caracterizado por una metodología evolutiva fascinante en la que se gestan artilugios de ingeniería avanzada, cada vez más exactos, resistentes y siempre estimulantes, que además no requieren alimentación eléctrica.
Es ahí donde emerge con una extraordinaria intensidad una joven firma suiza —ya muy reconocida y galardonada— llamada HYT. Se fundó en 2012 en Neuchâtel: una de las regiones con más tradición relojera del mundo, icónica representante del sello suizo. Y se originó a partir de la intersección conceptual de una profunda noción humanística con una perspectiva tecnológica de última generación. Una combinación excitante de filosofía y ciencia que configuran el ADN de la marca, aportando una mirada divergente al sector.
Alta relojería contemporánea llena de fluidez
Heráclito de Éfeso —el pensador presocrático— nos otorgó una de las visiones más bellas y hondas sobre el intrincado significado del tiempo: “Ningún hombre puede bañarse dos veces en el mismo río, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos”. Visto así, pasado, presente y futuro son parámetros para posicionar hechos, ya que el tiempo no es algo lineal que se pueda parar y reactivar, sino un flujo constante e incesante que sostiene la existencia. Y esta idea es el factor diferencial e inspirador de HYT: reflejar la fluidez intrínseca, mostrando en sus diseños la metamorfosis del instante que, sin pausa, se sucede.
Para ello patentaron un pequeño módulo fluídico inspirado en las clepsidras de los faraones: aquellos relojes de agua —de hace 3400 años— en los que un líquido tintado muestra el tiempo recién transcurrido y, otro transparente, indica el que se aproxima. Era en la intersección de ambos donde se señala el fugaz presente. Este original sistema que compone sus modelos de pulsera integra también un movimiento mecánico que cataliza la propulsión de los mencionados fluidos. El resultado son piezas únicas por su original concepto y por su complejidad técnica, pues llama la atención observar el movimiento que los caracteriza. Una forma ilustrada de saber qué hora es; de entender la relevancia y de captar la poética del minuto, que se diluye ante nosotros para dar paso al siguiente, tal vez parecido, pero nunca igual.
La actividad de HYT en sus primeros doce años de historia es vertiginosa por la cantidad de colecciones presentadas. Actualmente su catálogo lo conforman cuatro líneas, con sus respectivos y variados modelos: T1 Series, de tipología más compacta y sofisticada; la Conical Tourbillon, un hito en ingeniería y artesanía; la Moon Runner, que incorpora indicador de fases lunares de un modo absolutamente propio; y la Hastroid, con un aspecto más contemporáneo y deportivo, sin perder ni un ápice de la esencia de la firma.
Un amplio abanico de diseños, mecanismos y materiales, que colocan a HYT en una posición de referencia en cuanto a innovación en el selecto mercado del Swiss Made. Con la personalidad inconfundible que proyectan sus productos, sustentada en esa excepcional armonización de alta relojería y la mecánica de fluidos.
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