Imaginar una cabaña en Noruega es visualizar una casita de madera con tejado a dos aguas, cubierta de nieve y enclavada en un paisaje invernal majestuoso. El arquitecto noruego Reiulf Ramstad ha querido hacer su propia versión de esta construcción típica con motivo de un encargo particular: Split View Mountain Lodge, una residencia de vacaciones para una familia amante del esquí. Además de la elección de un paraje aislado, los rasgos de esta casa que conectan con la tradición son el uso de la madera, las chimeneas como medio de calefacción y la discreción del minimalismo nórdico.
Pero Ramstad no se ha quedado aquí. En línea con el estilo arriesgado del estudio, ha repensado la cabaña típica y la ha convertido en una vivienda de varias alturas con un cuerpo central divido en dos cabezas. En el tronco se sitúan los cuatro dormitorios y el baño con sauna. Y al final del pasillo, se halla la cocina: un espacio abierto donde hormigón y fibra de vidrio se unen para crear una sugerente encimera en voladizo. A partir de aquí se accede al salón y al comedor. Ambos ambientes, separados a petición del cliente, disfrutan de vistas sugerentes y culminan un edificio vivo que parece reptar por la montaña.
Desde el estudio, definen la suya como una arquitectura en fuerte conexión con los paisajes escandinavos, pero a la vez con una convincente mirada contemporánea. Proyectos como las pasarelas del Parque Nacional de Trollstigen, la Community Church Knarvik o esta casa de vacaciones a 200 Km de Oslo, confirman el ideario de Reiulf Ramstad: “hacemos edificios singulares respaldados por un pensamiento lógico”.
