Desde hace al menos siete años, el colectivo SMACK está interesado en recrear, analizar y reinterpretar el comportamiento de las multitudes. Las obras expuestas en la Colección SOLO dan perfecta cuenta de esto, sobre todo las que componen Tribe: tres piezas que estudian detenidamente las dinámicas de grupo compartiendo un elenco de más de 300 personajes, una estética desenfada y altas dosis de ironía.
Las multitudes posmodernas de SMACK
En el año 2015, el colectivo SMACK realizó para el grupo alternativo de rock holandés, De Staat, el videoclip de su canción Witch doctor. En él, el cantante de la banda aparece rodeado por una marabunta de hombres que, aunque tienen rostros con rasgos diferenciados, comparten una serie de características que los llevan a actuar como las masas. En general, se imitan unos a otros, se visten de formas similares y se convierten en un ente amenazador frente al artista, que se opone al rebaño que le rodea.
Esto nos indica que los integrantes de SMACK —Ton Meijdam, Thom Snels y Béla Zsigmond— llevan tiempo interesados en recrear, analizar y reinterpretar el comportamiento de las multitudes. Aunque, después de siete años, su trabajo ha avanzado hacia una mayor complejidad, individualización y creatividad, como también lo ha hecho la tecnología que usan para generar un universo propio que no deja de expandirse.
Las obras expuestas en la Colección SOLO dan perfecta cuenta de esto, sobre todo las que componen Tribe. Cada una de ellas estudia detenidamente un tema de las dinámicas de grupo, compartiendo un elenco de más de 300 personajes, una estética desenfadada y altas dosis de ironía. Previamente en SPECULUM (2019), el colectivo ya había explorado la relación con el ego y la obsesión por la propia imagen, reinterpretando El jardín de las delicias de El Bosco.
Tribe: la plaza pública, la torre, y la guerra en Colección SOLO
La peculiaridad de las piezas que componen Tribe se basa en que los protagonistas están programados de modo individual, gozando así de un comportamiento único. En Tribe City, la población deambula por una especie de plaza con un moderno tótem que funciona a modo de deidad. Se trata de una grabación de 7 minutos que, a medida que avanza, exhibe cómo los ciudadanos interactúan entre ellos y con la efigie. En ella se reflexiona sobre la aleatoriedad de la conducta grupal en relación con aquello que nos rodea.
El segundo fragmento de Tribe hace referencia a un conflicto que nunca se acaba. Los actantes se organizan en distintos bandos —según el color de sus cuerpos— e intentan derrotar a los que les son ajenos, pugnando por colonizar el área central de la composición. Así, SMACK nos habla de enfrentamientos culturales, de la incapacidad de plantearse que las ideas propias puedan estar erradas y de la necesidad de imponernos sobre aquellos que no son como nosotros.
Para terminar, Tribe Tower supone una mezcla entre prisión de lujo y Torre de Babel. En ella, las miniaturas hacen una serie de movimientos individualizados y en bucle mientras caminan por esa estructura —con apariencia de centro comercial— donde parecen felices de estar encerrados. Con ello se resalta la falsa libertad de elección con la que realmente contamos hoy en día. Además, Tribe Tower se presentará por primera vez al público general en septiembre, en el museo Evoluon de Eindhoven.
También vinculada a este universo, está King: una enorme escultura que representa a uno de los 300 personajes de la tribu, y que expone la voluntad del colectivo SMACK por ocupar también el plano físico con sus personajes.
Aquí puedes leer más sobre Certeza la nueva exposición temporal de SOLO que estará activa hasta finales de este año.
