Rara vez recordamos el génesis del refugio primigenio. La forma básica ha ido adquiriendo nuevos sentidos arquitectónicos, pero existe una intención siempre patente que determina una misión compartida con el tiempo de antaño: protegernos y aislarnos del exterior. En esta edición de Casa Decor 2021, la firma de iluminación Simon se une a MuDD Architects y ProtoPixel para cambiar el concepto de interiorismo a través de una instalación que nos devuelve a las profundidades de la caverna.
El futuro primitivo en Casa Decor
Se hizo la luz, pero también el canto de los pájaros. De lo elemental se puede extraer un repertorio de nuevas sensaciones, un mundo de miradas más honestas. El hombre prehistórico encontró en la cueva un lugar seguro, moldeable y listo para ser habitado a través de su propia exploración. Ese principio arquitectónico de entender la complejidad que nos rodea y saber adecuarnos a sus contextos ya lo aventura el futuro primitivo de Sou Fujimoto: lo que somos y lo que fuimos desencadenará el hábitat íntimo y público del porvenir. Y D. Lights, desde su posición, refleja el germen de esta coyuntura.
El espacio de Simon Electric en Casa Decor 2021 no aboga por respetar la norma de interiorismo tradicional; en vez de eso conquista el territorio del patio y reinventa una nueva estancia posible a la intemperie. En ella se concreta ese deseo de sentirse fuera del hogar e interactuar con el entorno, pero sabiéndose a salvo. No es una formación geológica natural, sino una pieza que regresa al origen para instaurar la evasión construida con manos humanas. Unas manos humanas pertenecientes a Stephanie Chaltiel, de MuDD Architects.
D. Lights, la unión de Simon Electric y MuDD Architects
El anhelo por conectar la tierra con la tecnología e introducir la naturaleza en la ciudad es la base en los trabajos de la arquitecta e interiorista francesa. En esta intervención, opta por una silueta vernácula formada por dos bóvedas recubiertas por un hilo de lana reciclada. Esta especie de jaima incluye entre los nervios de sus tejidos los ledes de Simon mientras le sobrevuelan unos drones de Bocs I drons. La visión retrata una estampa neoprimitiva, esa manifestación cultural de la que Andrea Branzi parece ser devoto. En este regreso a la naturaleza lo tecnológico no se desprende, sino que se acopla en un sincretismo orgánico.
Con esta visión, la experiencia inmersiva se produce al percibir el dinamismo lumínico de su interior. En esta cápsula atemporal, los sonidos del bosque emergen mientras las luces de Simon se acompasan a ellos como en una coreografía interactiva: se generan sombras y contornos de aves, se persigue el cénit del sol en su trayecto y se intuye el verdor de la floresta. Dentro de D.Lights sucede lo que ocurriría en un ambiente natural, pero todo puede ser percibido sin salir del armazón sostenible.
El hombre moderno sigue buscando su propia cueva, una gruta que le conecte con las nuevas realidades habitables y los nuevos métodos de construcción. Simon advierte esta necesidad y la traduce en una instalación que vincula al usuario urbano con la realidad medioambiental; un mito inverso para permanecer y disfrutar de una caverna tecnológica.
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La arquitecta e interiorista Stephanie Chaltiel de MuDD Architects, ProtoPixel como
partner tecnológico, la empresa de drones Bocs I drons y BSB Alfombras.
D.Lights está formada por bóvedas hechas con tricotaje en 3D programado y de hilo reciclado.