La joyería Peyrelongue se encuentra ubicada en la Ciudad de México, sobre una de las vialidades más exclusivas de la metrópoli, la avenida Masaryk. Originalmente pensada para contener joyería de la misma marca, hace más de 10 años, los dueños de ésta se volcaron hacia la firma para incluir una relojería, así como más marcas de joyería, con el fin de diversificar su empresa, queriendo hacer notar la identidad de cada marca que se vendiera, pero homologando el estilo estético del lugar para reflejar elegancia y sobriedad.

La Renovación

La joyería, al ubicarse sobre Masaryk, requirió una respuesta que se alineara con este contexto lujoso y tuviera un impacto positivo en el entorno.

La fachada original de la joyería se encontraba completamente recubierta de mármol beige, incluidas las puertas del estacionamiento, y solo existía un pequeño aparador para mostrar todas las joyas que vendía la tienda. Sin ningún atractivo aparente o algo que atrajera además del material pétreo, se decidió sustituir todo y diseñar una nueva propuesta.

La nueva fachada busca atraer al cliente a través de un diseño con textura, pero manteniendo la ortogonalidad y limpieza anterior, enmarcando con un acabado de granito tipo negro absoluto, un panel cerámico beige equitone de 3 mm de 1.5 m x 3 m, que emula un muro conformado por piezas pequeñas geométricas pétreas naturales, de tonalidades variadas del beige. Esto ayuda a que la fachada tenga un interés visual mayor, pero conservando la elegancia y sobriedad en colores que implica Peyerelongue.

Un aparador discreto

El aparador nuevo, de cristal blindado hasta el suelo, remata el marco negro en la parte inferior en conjunto con la puerta para autos. Éste, muestra de mejor manera las joyas Peyrelongue, iluminándolas a toda hora del día, atrayendo más al público que pasa o llegue a pie. Con esto se mantiene el estilo discreto de la marca mostrando poco al transeúnte, encontrándose con toda la oferta disponible al interior de la tienda.

Brillando como pieza de joyería

La iluminación al exterior consiste en un sistema de luces RGB por detrás del acabado cerámico, el cual ubica los puntos de luces en las aristas de las piezas geométricas, creando la apariencia de que la fachada brilla como las joyas que vende Peyrelongue.

A un lado del muro cerámico se encuentra una pantalla que acompaña el despliegue de puntos luminosos, mostrando los relojes y joyas exhibidos al interior.

Jerarquía visual en el diseño

El proyecto se centra en la idea de crear una jerarquía mediante la variación de alturas, destacando la importancia visual de las vitrinas de la joyería a través de un volumen de triple altura en la parte trasera. La inspiración formal proviene de esta noción de variación de altura para lograr énfasis visual; su finalidad es mejorar la presentación de las joyas y como se mencionó anteriormente, con un lenguaje estético unificado, que a su vez resaltara la relevancia de cada marca expuesta.

El espacio central más destacado es el área de los clientes, en particular el sótano, que es donde se exhiben los relojes más exclusivos – Rolex, Cartier, Patek Philippe – donde existe un patio techado con triple altura, desde el cual se pueden ver los demás pisos de la tienda.

Acabados neutros para enfocar la atención en las joyas

En éste, el diseño enfoca en transmitir el lujo de las joyas. Siguiendo esta línea, se seleccionaron materiales tales como piedra caliza beige, con carácter, sin caer en la opulencia exagerada y sin perder la elegancia. Esta piedra recubre prácticamente todo el espacio generando una paleta de colores neutros, que no distrae, ayudando a que resalte por sí misma la naturaleza exclusiva de las joyas.

Gracias a los detalles de duela de nogal en los estantes y aparadores, recubiertos de suede beige y diseñados desde cero por el despacho, así como los marcos que acompañan el beige de la piedra caliza, se termina de igualar y definir el estilo de esta joyería; contiene de manera limpia y ordenada los espacios de cada marca, sobre todo en el sótano donde se encuentra la sección de relojes, con recuadros donde las marcas agregan su color o tonalidades representativos.

Iluminación cálida en aparadores

La iluminación, un sistema Lutron diseñado por Kai Diederichsen de Luz en Arquitectura, se enfoca en hacer ver perfectamente la joyería exhibida desde cualquier ángulo resaltando su elegancia y lujo. Esto se logra a través de luz cálida, tanto focalizada en los aparadores, como para el espacio general, logrando uniformizar todo el espacio con tonos agradables que le generen al usuario quedarse la mayor cantidad de tiempo.

Creando una identidad de marca

En resumen, el proyecto logra con éxito transmitir el lujo de las joyas a través de la arquitectura y el diseño, destacando la importancia de las piezas de joyería en todo el espacio y sentando el estilo estético o sello de la joyería no solo para Masaryk sino para el resto de sus ubicaciones posteriores.