Stewart Butterfield, el CEO de la app Slack y un hombre de lo más aventurero, completó el famoso sendero de la Cresta del Pacífico. Esta ruta, que atraviesa California, Oregón y Washington, así como sus espectaculares paisajes, motivaron a Studio O+A a diseñar cada planta de sus nuevas oficinas inspirándose en las decenas de escenarios naturales que exhibe este camino.
¿Qué es la app Slack?
Slack es una aplicación que nace en el año 2013 con el objetivo de agilizar los procesos de trabajo. Es un chat que reúne a personas y que conecta conversaciones y sistemas sin importar el tamaño de la empresa. En la actualidad, casi una década más tarde, cuenta con más de 12 millones de usuarios y está presente en 150 países. Su éxito reside en un software que, además de ser un lugar seguro, que pone en contacto a los empleados y posibilita compartir información, tiene una navegación muy sencilla y agradable.
Hace dos años, en San Francisco, Studio O+A proyectó el interior de una de las 17 sedes de Slack que están distribuidas por todo el mundo. Antes de su remodelación, este enclave tenía que defender esos principios de cercanía y afabilidad que guarda con el producto que comercializan.
Studio O+A: del online al offline
Studio O+A es experto en generar un storytelling y experiencias memorables en ámbitos laborales. Por eso, el clan tecnológico y los diseñadores fundieron ambos equipos para dar con el resultado que buscaban.
“Cada cliente tiene una historia y ese es el nexo que lleva a la solución” es el mantra de este grupo de arquitectos e interioristas. De esta manera, cuando el CEO de la compañía contó su viaje por el sendero de la Cresta del Pacífico y explicó la fuerte conexión que existe entre la naturaleza y el ser humano, fue algo clave para encajar el cauce de la propuesta.
Tras meses investigando el paisaje, O+A estableció que cada una de las plantas del edificio aludiría a escenarios naturales específicos de esta senda, transformando lo abstracto en tangible.
El sendero de la Cresta del Pacífico en pleno San Francisco
El nivel tercero simula el desierto, el cuarto las montañas, el quinto los lagos y el sexto las cascadas. Estas son algunas de las divisiones que el estudio determinó jugando con los elementos que completarían el espacio —como sillas, mesas o iluminación— y siguiendo las directrices concretadas en cada altura.
El tercer piso, por ejemplo, es un terreno arenoso, por lo que los colores, las texturas y los materiales nos trasladan a un entorno rojizo y terracota, así como a un ambiente de coworking. En las partes superiores, más cerca de la cima, el interiorismo abandona la tierra y el agua y la arquitectura asigna esas zonas a salas de reuniones y despachos, pues el clima es más tranquilo y silencioso.
Una vez más, queda demostrado que el papel del director de arte es fundamental si el proyecto quiere respirar coherencia y consistencia. Desde el pomo de una puerta, pasando por las persianas de las ventanas, hasta la señalética del edificio deben estar regidas por las mismas normas.
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Stewart Butterfield, CEO de la compañía, inspira al estudio de arquitectura O+A con su historia por el sendero de la Cresta del Pacífico.
Cada planta de la construcción está inspirada en un paisaje natural diferente de esta ruta estadounidense.
Cada nivel está condicionado por el paisaje que le ha sido asignado. Si es un clima de agua, los materiales y objetos que intervienen respiran olor a mar. Por el contrario, si es un ambiente bosque, los elementos elegidos son más orgánicos y robustos.
