Escenarios de un futuro cercano. La muestra del WDC Valencia que traza cómo serán los nuevos hábitats

Hacia un hábitat difuso en el World Design Capital Valencia

“Lo que viene” es un título que anuncia algo que todavía no es, pero que está; algo que podemos intuir y que habla de lo que tenemos entre manos y esperamos que ocurra. Esa es la esencia misma del diseño y de la arquitectura. Y, del mismo modo, la exposición Escenarios de un futuro cercano se ha planteado como un ejercicio de prospectiva sobre esta cuestión dentro del ámbito doméstico.

La muestra empezó a fraguarse tras la pandemia y los confinamientos más restrictivos del 2020. Esto favoreció un enfoque meditado, con perspectiva y conclusiones consolidadas en torno a cómo ese contexto sanitario había impactado en el entorno residencial y en la propia vida. Aquí la casa no es un sitio aislado, sino una parte más de un sistema amplio, donde los límites entre lo público y privado son borrosos. En consecuencia, hoy en día la vivienda se concibe como un lugar transitorio y multiconectado, en el cual los usos se superponen y se tornan cada vez más frágiles y efímeros.

Un collage doméstico ideado por Tachy Mora

Bajo esta mirada, la exhibición contiene una primera formulación de las relaciones establecidas entre los objetos y su capacidad de modificar nuestra subjetividad en el espacio habitado. Una visión embebida por la materialidad del hogar, al que se interroga como dispositivo o —si se quiere— como máquina de vivir. Frente a los esquemas tradicionales, las piezas presentadas se orientan a conseguir una mayor flexibilidad de formato y utilidad, tratando de permanecer en mímesis con esa casa difusa para convertirla en un terreno genérico y en continua expansión. Un terreno fértil que problematiza y cuestiona el papel de los ciudadanos en la construcción de ese hábitat lleno de límites imprecisos.

Para el Centre del Carme de Cultura Contemporània y el equipo curatorial, encabezado por Tachy Mora, la exposición reflexiona sobre la propia forma de vivir y de apropiarse del entorno privado y, por extensión, del público: un razonamiento sobre la cultura doméstica contemporánea. No consiste en un catálogo, ni tiene la ambición de dar instrucciones sobre qué hacer, ya que Escenarios de un futuro cercano carece de una finalidad práctica inmediata. Su objetivo es alertar y contribuir a una mayor conciencia de los vínculos que existen entre las maneras actuales de habitar y dotar de cierto equilibrio a los muebles que se concentran aquí, como fragmentos de un collage.

El hado de cada uno de esos fragmentos —homogéneamente repartidos por las zonas del museo— enseña los productos de muchos profesionales del diseño y la arquitectura. Arqueha, Cambres Design, Silvia Ceñal, Cierto Estudio, Clap Studio, Julia Esqué, Rocío Gambin, Alejandra Gandía-Blasco, Eli Gutiérrez, Marc Morro, Nahtrang, Oiko Design, Isaac Piñeiro, Jaume Ramírez y Raw Color son algunos de los nombres que destacan, así como firmas de la talla de Finsa, Ondarreta, Sancal o Missana, que han impulsado el proyecto, y otras de gran prestigio que han tomado parte activa en él, como Gerflor, KriskaDecor, Simon, Gabriel o LZF Lamps.

Escenarios de un futuro cercano. El principio de incertidumbre 

Con todo, Escenarios de un futuro cercano supone una incursión sobre las posibilidades de que algo inesperado suceda y, en la mayoría de los casos, adopte una presencia física que aún no puede ser, pero que ya pugna por pertenecer a ese porvenir que la arquitectura nos tiene reservado a todos. Sin embargo, permítanme cierto escepticismo, ya que la divergencia entre la urbanidad de su lenguaje y el contenido en las salas del museo precisa aún de un punto de convergencia; un acuerdo entre ambos discursos, el de la casa y el de la calle, porque ya se sabe: en la mayoría de las ocasiones, el mundo del diseño va, por un lado, mientras el diseño del mundo va por otro.

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