Una silla modelada a mano sobre una estructura metálica. Un respaldo que incorpora una escala de cinco metros de altura que se alza hacia el cielo. Sin más información, el asiento creado por Maarten Baas para la conmemoración del 50º aniversario de Amnistía Internacional es bello y despierta lecturas infinitas con su movimiento grácil y poético.
Si además recordamos el motivo que inspiró al diseñador para crear esta silla, el objeto no puede cargarse de más sentido. En la última entrega del Premio Nobel de la Paz, hubo un gran ausente, nada menos que el galardonado. El disidente chino Liu Xiaobo, encarcelado desde 2008, no pudo gozar de un permiso especial para recoger el galardón. En respuesta, el consejo dejó una carpeta con sus siglas encima de una silla vacía. El genio de Baas supo utilizar esa imagen como símbolo de la represión y del silencio impuestos a los que la combaten, recordando de este modo que existen ausencias que claman al cielo.
www.maartenbaas.com – www.amnesty.org/es
