En el centro de Fukuoka (Japón), donde la ciudad se entrelaza con las montañas cercanas, surge Not a Hotel Fukuoka. Un proyecto de Axonometric y NKS2 Architects que desafía las convenciones del diseño hotelero contemporáneo.
La arquitectura vertical de Not a Hotel Fukuoka
No vivimos como antaño porque hace tiempo que dejamos de echar raíces en un único lugar. De eso es consciente la arquitectura de nueva construcción, que cada vez aboga más por el coliving o las viviendas temporales como un reflejo del nuevo lifestyle actual. Y la cadena Not a Hotel es uno de esos alojamientos que reivindica este tipo de filosofía en el país nipón, buscando crear “hogares excepcionales en ubicaciones excepcionales”.
Cada una de sus sedes está planteada por diferentes arquitectos en formas más que variopintas; lo vemos en Not a Hotel Ishigaki de Sou Fujimoto o en Not a Hotel Setouchi de Bjarke Ingels Group. Y con la nueva construcción en Fukuoka —ya tienen otras en la misma ciudad— han terminado de asentar su premisa de vida flexible. El proyecto, encargado a los estudios Axonometric y NKS2 Architects, ha tomado como punto de partida las tradicionales terrazas japonesas para erigir un edificio que respira y crece hacia arriba.
Estos nuevos balcones escalonados y llenos de vegetación —que se despliegan con ligereza y consistencia por toda la construcción— ejercen también como zonas de expansión para los residentes. Refugios personales donde se fusiona la privacidad con una apertura controlada, y se generan ecosistemas propios a la sombra del verdor y el hormigón. Por supuesto, la inspiración en propuestas como la Tree-Ness House de Akihisa Hirata o el Bosque Vertical de Stefano Boeri se palpa sin pudor.
La esencia de la arquitectura japonesa
Los interiores en Not a Hotel Fukuoka siguen los mismos principios que marcan su exterior; por eso cada apartamento se ha concebido pensando en la diversidad a la hora de habitar una residencia. Ryu Kosaka y su equipo en NOMURA A.N.D. han materializado ambientes que actúan como escenarios multifuncionales, pero que mantienen una estética minimalista y cálida.
De ese modo encontramos ocho habitaciones distintas —cada una con un concepto diferente—, entre las que se incluyen espacios como Desk —destinado al trabajo creativo— o Chef, que cuenta con una cocina abierta para disfrutar de experiencias culinarias íntimas. Todo ello rodeado de ventanas de gran formato y puertas correderas que facilitan un juego de transparencias entre lo público y lo privado.
Al igual que en las obras de Studio Velocity o Sou Fujimoto —principalmente en su Arbre Blanc—, Not a Hotel Fukuoka establece un diálogo fluido y muy nipón entre la arquitectura y el paisaje. Un planteamiento que diluye las fronteras espaciales y rompe con las restricciones del diseño hotelero, dándole una vuelta a la habitabilidad de la vida nómada en nuestro tiempo.
NOT A HOTEL es una empresa de hospitalidad que redefine la forma tradicional de entender los hogares de vacaciones. En lugar de ser un simple hotel, propone un concepto híbrido entre propiedad privada y espacio vacacional, diseñado para ofrecer experiencias únicas y personalizadas.
