El pasado 18 de febrero se inauguró en Nueva York la tienda Armani/5th Avenue. En esta ocasión, no se trata de un local representativo de alguna colección, sino de un espacio que integra todo lo que diseña y fabrica la firma italiana: desde la colección de costura, hasta las prendas más deportivas, pasando por los accesorios. Todo lo que lleva el logotipo de marca se encuentra en este edificio de cuatro plantas, que dedica nada menos que 2.800 de sus 4.000 m2 a la venta. Pero este concepto no es nuevo ni para Armani ni para el estudio de Massimiliano y Doriana Fuksas, que ya concibieron espacios similares en Hong Kong (Armani/Chater House) y en Tokio (Armani/Ginza Tower). De hecho, el estudio de Fuksas es muy conocido por dar una dimensión glamourosa y exclusiva a cualquier establecimiento de ropa, toda una garantía para una inversión de este calibre.
En Nueva York, Fuksas ha desarrollado su trabajo dentro de un edificio histórico: un ejemplo de International Style, denominación que se dio en las décadas formativas de la arquitectura moderna a las construcciones que privilegiaban el volumen sobre la masa, el equilibrio sobre la simetría y la exclusión de adornos. En el proyecto de Fuksas, se conserva la fachada histórica, totalmente recubierta de cristal, pero se renueva por completo el espacio interior.
Para Armani/5th Avenue se ha recurrido a la integración de todo en un solo espacio fluido y sin separaciones, con paredes en beige y techos y suelos en negro. El elemento de unión entre todas las marcas y secciones es una gigantesca escalera-escultura que evita la comparación con ninguna forma geométrica conocida. Su presencia curva contagia el diseño de cualquier otro elemento del mobiliario y la originalidad de sus líneas resalta con una iluminación que se refleja en todas las superficies brillantes. Dicha escalera-escultura se convierte en protagonista de este universo, y hace que el local esté más cerca de un centro de arte que de una tienda de moda. Una forma orgánica, blanca y por momentos onírica, en la línea creativa de Zaha Hadid o Frank Gehry.
Con Armani/5th Avenue, el estudio de Massimiliano Fuksas presenta una propuesta comercial, donde se observa claramente la dimensión visionaria de su arquitectura. Esperemos que este establecimiento sea reconocido con diferentes galardones, como ha ocurrido con el teatro Zenith de Estrasburgo (REM 38), también de Fuksas, nominado al Premio Mies van der Rohe 2009.
