Al sur de la isla china de Hainan (en la ciudad de Sanya), se encuentra el Hotel Boutique Sumei Skyline Coast. Un proyecto diseñado por el estudio GS Design donde el blanco y las geometrías de proporciones perfectas se alzan como protagonistas, en un diseño de líneas puras, juegos visuales y perspectivas marcadas. Un enclave en el que la naturaleza y el mar se fusionan de un modo salvaje.
Un trocito del estilo mediterráneo en China
Según el equipo de arquitectos, la fachada de Sumei Skyline Coast representa el vaivén de las olas, que suben y bajan al llegar a la orilla. Mientras que en el interior se proyectan imágenes únicas que nos adentran en mar abierto. Viendo las fotografías de este hotel de estilo mediterráneo —que bien podría estar en Santorini—, no podemos evitar hallar en sus formas una clara inspiración en Escher y sus mundos imaginarios.
De hecho, ahora que están tan en auge las colaboraciones en diferentes ámbitos creativos —como las colecciones concebidas por artistas para determinadas firmas de mobiliario—, no nos cabe la menor duda de que, si Escher y Gaudí hubiesen vivido en esta época, habrían plasmado partes de este edificio en conjunto. Es así como desde GS Design han logrado una fusión estética absolutamente fascinante. Un carácter mediterráneo con influencias del siglo XIX y con vistas al mar de la China Meridional. Globalización lo llaman.
Buscando el encuadre perfecto en un hotel boutique
El lounge está compuesto por una recepción, una zona de asientos y un área para tomar el té. Las habitaciones rozan el tinte futurista, pero siempre desde lo natural. El blanco puro hace de base para generar un fuerte contraste entre el paisaje marítimo, el cielo y la puesta de sol. “Trabajamos para convertir el espacio en una obra de arte sofisticada y oportuna con una larga vida útil mediante la adopción de este color clásico”, nos cuentan los diseñadores.
En el exterior, la piscina se pierde visualmente con el piélago y el azul infinito del cielo, mostrando, de ese modo, una tendencia de nadar libremente en el vasto océano. Albercas sinuosas van entrando y saliendo de las estancias en pequeños pórticos, creando lugares privados para disfrutar de las vistas, que se van colando —ventana a ventana y arco a arco— en el interior. Como una geometría de proporciones perfectas que actúa de telón de fondo para cada perspectiva. Un paseo por sus instalaciones nos hace entender que cada rincón disfruta de una experiencia única. Y que, sin duda, la foto del verano está escondida entre las paredes del hotel Sumei Skyline Coast.
En este enlace puedes leer más artículos sobre proyectos de interiorismo en hoteles.
En la ciudad de Sanyan, China.