El filósofo Paul Virilio afirmaba en su obra Velocidad y Política que “el poder y la velocidad son inseparables”, entendiendo que el “poder es siempre poder controlar”. En ese ejercicio de dominio sobre la propulsión del automóvil, Mazda lo tiene claro: la velocidad es el triunfo de la humanidad frente a la física.
Motorización híbrida
En su nuevo modelo Mazda2 Hybrid 2024, este control redefine por completo nuestro modo de circular por la carretera, con una poética similar a la que describieron los futuristas en su famoso Manifiesto de 1909, cuando hablaban de la belleza de la máquina. Pero a diferencia del vehículo rugiente que Marinetti defendía como “más hermoso que la Victoria de Samotracia”, el atractivo del Mazda2 Hybrid 2024 radica en su silenciosa tecnología híbrida: una dinámica que pasa de un motor eléctrico a un motor de combustión de una manera fluida y silenciosa, casi como un susurro. Este equilibrio toma forma en la combinación de una conducción eléctrica autorecargable y un motor de gasolina de tres cilindros, lo que ofrece una gran potencia y versatilidad.
Diseño personalizado
En Mazda saben que el lujo se encuentra en la posibilidad de decidir cuáles son las comodidades que más se ajustan al conductor. Por eso, la empresa japonesa siempre impregna sus coches de una artesanía Crafted in Japan, donde la personalización es un factor determinante. El valor del diseño en el Mazda2 Hybrid 2024 reside en su línea, a la vez armónica y llamativa, que no olvida ahondar en todo un conjunto de detalles y equipamientos como comprobamos en sus cinco clases: Prime-line, Centre-line, Exclusive-line, Homura y Homura Plus. Por otro lado, los contornos amables de su carrocería y, al mismo tiempo, completamente deportivos hacen de este un modelo escultórico y dinámico, perfecto para dialogar con el asfalto de la urbe.
Tradición modernizada
Visto así, la estética tradicional de Mazda se suaviza en la sección frontal con un parachoques y una parrilla modernizados, lo que refuerza su imagen inconfundible. Y esta misma elegancia se traslada al interior. Partiendo de una carrocería ultrarrígida que protege al usuario, pasamos a un habitáculo confortable con unos asientos recubiertos por bandas de semipiel —especial atención a las características puntadas de los takumis de Mazda—, una pantalla táctil del cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas y un Head-Up Display en el puesto de mando. Para la firma nipona, la exquisitez del trabajo artesanal y la tecnología más avanzada han de hablar el mismo idioma.
Toda esta ingeniería de la excelencia responde también al compromiso medioambiental de la compañía para cumplir con los estándares europeos de emisiones de cara a 2030 y 2050. Su etiqueta ECO nos permite girar el volante hacia un futuro más sostenible y ecosensato. Lo que confirma que, para Mazda, velocidad y potencia pueden ser compatibles con respetar las necesidades del planeta.
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