Holman House de Durbach Block Architects revela una serie de espacios vivos que se debaten entre los salientes y los entrantes sobre el mar, recordando los cuerpos del lienzo Las bañistas de Cézanne
Cuando Pablo Picasso pintó Las bañistas en 1918 como un homenaje a otro cuadro de Cézanne, no pensó que su obra podría influir en unos arquitectos australianos mientras ideaban una casa en la costa de Sydney. La estilización escultórica de las figuras pintadas y sus cuerpos curvados sirven de punto de partida a una disposición arquitectónica que se acopla al paisaje en total maridaje con el océano, el sol y la costa.
Situada a 70 metros de altura en el mismo borde de un acantilado, el plan de la vivienda revela una serie de espacios vivos que se debaten entre los salientes y los entrantes sobre el mar, recordando los cuerpos del lienzo. El voladizo que alberga el salón y el comedor se divide en dos ventanales cúbicos: dos ojos geométricos a cada lado de una curva. Desde dentro, la perspectiva sobre el mar resulta casi ininterrumpida. En la misma planta, la escalera de acceso llega a una terraza redonda, resguardada del océano para ofrecer otra perspectiva corrida sobre el entorno desde el área de la cocina.
La planta baja, destinada a las zonas privadas, estriba en unas paredes de piedra áspera que conforman una continuidad con el acantilado. Las mismas paredes siguen el relieve hacia un lado dividiendo el jardín en varios bancales con la piscina en forma de jarrón en el nivel inferior.
Sin ninguna ley de costas mediante, la propuesta del estudio Durbach Block ofrece una interpretación de la arquitectura orgánica, con una visión pictórica de los espacios.
