Harudot. El templo del café erigido por IDIN Architects

Harudot aumenta la franquicia de Nana Coffee Roasters

Harudot es un sitio para disfrutar del café. De la bebida, del aroma y de la pausa. Sus autores, IDIN Architects, han tenido que encajar un diseño que compaginara diferentes intereses. Por un lado, el promotor, Nana Coffee Roasters, buscaba exaltar la bondad de su producto. Y, por otro, el dueño del terreno exigía colocar un número de árboles exóticos en un lugar destacado. El estudio resolvió esa lucha de protagonismos con una estructura monumental de muros sin huecos y con entradas de luz cenitales. Un planteamiento similar al de las grandes catedrales: arquitecturas pensadas para cantar alabanzas a Dios o, en este caso, loas al sabor del grano.

El efectismo religioso en la arquitectura de IDIN Architects

Este templo-cafetería se concibe como una gran cubierta que protege el espacio. El edificio se organiza en tres naves que reparten sus usos en el perímetro de su contorno para resaltar lo que pueda suceder dentro. El interior se hace amable, los tonos claros del suelo reproducen la luz natural, la madera de los muros aporta calidez y los detalles en cerrajería negra hacen destacar las curvas del esqueleto. El exterior, sin embargo, se oculta detrás de unas terrazas dominadas por más ejemplares arbóreos que sirven de eye catcher. El volumen queda resguardado por una terminación en madera oscura tan opaca que semeja una manta, como si fuera una obra de arte por inaugurar o un coche muy caro dentro de un garaje.

El juego de acabados puede parecer efectista, pero funciona. La magnitud del conjunto hace ganar importancia al producto, y el establecimiento se vuelve incluso solemne con los elementos importantes bien subrayados. En este entorno, la iluminación caída del cielo y el carácter escultural de los árboles nos puede recordar a la iconografía católica y nos sugiere que tomar un café puede acercarse a una experiencia religiosa. Diseñar un templo —ya sea para el grano o para el catolicismo— es un ejercicio de marketing a la altura de los publicistas del Concilio de Trento

Con todo, después de haber llegado hasta aquí, resulta un poco entristecedor pensar que el futuro de los cafetales es incierto. Se especula con la idea de que la planta pueda verse en peligro de extinción por las consecuencias del cambio climático. Con este dato en mente, quizá el proyecto de IDIN Architects tenga que entenderse no tanto como un templo, sino como un panteón. Harodut: el mausoleo del café.

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