French Kitsch es una gema en Nakornratchasima (Tailandia); una pastelería contenida en un corazón de hormigón. Ese ha sido el concepto que ha prevalecido en el diseño de sus 360 m2 repartidos en dos plantas proyectadas por el estudio TOUCH Architect.
Una pastelería con arcos de hormigón
Si Le Corbusier erigió Ronchamp reinterpretando la morfología de la catedral gótica francesa, en French Kitsch —salvando las distancias— la metódica ha sido parecida. Aunque la diferencia se advierte fácil, ya que TOUCH Architects ha concebido esta pastelería bajo la premisa de la disimetría. Por ello, la arquería simétrica se ha sustituido por estructuras arrítmicas, sin una dimensión idéntica y a distinta escala.
Dentro de una masa prismática de hormigón, el estudio ha dispuesto una retícula de arcos imperfectos para el primer nivel, mientras que, para el segundo, han optado por una con crujías invertidas. Este pórtico arropa al visitante durante el recorrido generando sombras que permean por grandes paños acristalados con curvatura. El efecto es similar al que generan las vidrieras de las construcciones catedralicias, donde la luz pasa tenue entre el vidrio y las columnatas.
La circulación en la parte inferior es continúa y diáfana, fluyendo desde el mostrador de la entrada hasta la escalera. Pero en el segundo piso la cosa cambia. Las tornas se invierten y las arcadas de hormigón se colocan bocabajo, dando lugar a vanos de suelo a techo y a grandes aperturas en la fachada. De esa manera, todo el ambiente queda bañado por iluminación natural, reforzando la imagen prístina del conjunto.
El juego de arquerías de TOUCH Architect
Tanto en los laterales como en la segunda altura se han situado las áreas de soft sitting. Ubicadas junto al perfil metálico de la escalera, estas quedan adecentadas por la claridad de los lucernarios que reposan en la cubierta. La homogeneidad matérica del betón brut se interrumpe por unos patios abiertos que otorgan una mayor amplitud visual y un carácter colosal al complejo. Y esa sensación queda agrandada al introducir un elemento indispensable a la hora de fusionar interior y exterior: la vegetación.
En ese sentido, TOUCH Architect ha insertado árboles medianos en alguno de estos huecos abiertos en los aleros del armazón. Es aquí donde los arquitectos han dado en el clavo, logrando que un búnker de hormigón, con imperfecciones en el pulido, brille como una auténtica gema. Un juego mágico que se produce al dibujar arcos en todas las direccionalidades y al reivindicar la importancia del verde y de la luz. Solo así han conseguido que una pequeña pastelería pueda adquirir una monumentalidad digna de la catedral de Amiens.
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TOUCH Architect es un estudio de diseño, con sede en Bangkok, que fue fundado en 2014 por los arquitectos Setthakarn Yangderm y Parpis Leelaniramol.
