Mientras el presente se va construyendo, el pasado y el futuro toman nuevas formas. A tal efecto, durante la cita anual de URVANITY Art Fair, los estudios de arquitectura Palma y NULA.STUDIO se han unido para conjugar Fake Realness. Un lugar o —dicho más deprisa— un momento dentro de la feria de nuevo arte contemporáneo de gran calidad espacial.
Volver al Café Samt und Seide en Urvanity Art Fair
En el escenario del Colegio de Arquitectos de Madrid, esta arquitectura efímera enfocó su mirada hasta dilatar la pupila hacia al pasado, devolviéndonos al mítico Café Samt und Seide proyectado por Lilly Reich y Mies van der Rohe para la Exposición de la Moda, en el Berlín de 1927. El rostro de Fake Realness permite asomarse entre aquellas sedas, terciopelos y rayones que, colgados de bastidores tubulares, levitaban a diferentes alturas sobre una plataforma prístina imaginada por la dupla alemana. Con todo, aquí en el COAM y un siglo más tarde, los paños también cuelgan sin doblar, rectos, opacos, dispuestos verticalmente y a plomo, sin tocar el suelo, presentándose como un material tectónico y flotante.
Estos elementos huyen de cualquier tipo de ornamento en toda su dimensión, montados como lienzos sobre unas estructuras vistas que se independizan, desbordando la planta virtual que soporta el conjunto en una suerte de movimiento excéntrico y rotacional. Estas sinuosas curvas ofrecen al visitante un recorrido no direccional, sino aleatorio y libre, quedando escondidos entre bambalinas unos bancos rectangulares con las costuras vistas en sus extremos.
Con referencia al material, Mies van der Rohe pensaba que la construcción arquitectónica empezaba por la comprensión de sus cualidades. El primer paso para emplear el ladrillo, decía Mies, era cogerlo con la mano y sentir su peso. La seda en la mano es ligera y en el aire es transparente. Y esa fue la principal característica de la exposición del 27. Sin embargo, el efecto ambiental liviano en el COAM queda ya muy atrás. Ahora, la necesidad viene precedida por la reinterpretación misma del hecho matérico; por introducir un componente que logra acoger en su seno futuras variabilidades para que, una vez agotada su primera vida, buscarle nuevas. Esto es el reciclaje.
El reciclaje infinito de NULA.Studio y Palma
Gracias a TARKETT se ha buscado una solución cromática en tonos rojizos con la misma volubilidad y levedad de un paño textil. Esta propuesta incorpora una evolución tecnológica que facilita el reciclaje infinito de las mismas piezas de la instalación, algo que, como argumentan sus autores, cuestiona directamente la percepción existente de lo artificial. ¿Y cómo lo han conseguido? Para el cortinaje han utilizado tejidos de no más de dos milímetros de grosor, que plantean un juego de contrastes telúricos con el aspecto granítico de los vinilos, y que terminan por levitar sobre un triturado del mismo elemento, una analogía sobre su origen y destino.
Reciclarse para volver a ser. Porque al igual que los materiales que la conforman y la erigen, la arquitectura es el momento en que se duplica el perfil de la materia y los objetos se doblegan, exhaustos, al paso del tiempo. Se podría decir que, frente a ese final, Fake Realness y sus futuribles ficciones se rebelan e imaginan lo que todavía no existe. Y es que, al fin y al cabo, la arquitectura es, ante todo, la imaginación de una segunda naturaleza. Volver a mirar la hoja en blanco, que quizás ya contiene todo en su interior. Acontecer muchas veces, como las sedas de Mies y Lilly.
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Laia Cervelló y Miguel Fernández-Galiano de Nula.Studio e lIse Cárdenas, Regina de Hoyos, Diego Escamilla de Palma.
Desde 2017.
