En un pasaje de El elogio de la sombra, Junichiro Tanizaki celebraba el retrete como uno de los mayores logros del refinamiento de la arquitectura japonesa, y contraponía esto a los remilgos occidentales respecto a esta dependencia doméstica. Mientras los occidentales consideraban el cuarto de baño algo innombrable en público, «nuestros antepasados, que lo poetizaban todo, consiguieron paradójicamente transmutar en un lugar del más exquisito buen gusto aquel cuyo destino en la casa era el más sórdido y, merced a una estrecha asociación con la naturaleza, consiguieron difuminarlo mediante una red de delicadas asociaciones de imágenes», escribía Tanizaki en 1933.
Transcurrido el tiempo, y aunque no haya adoptado esa extrema austeridad a la que Tanizaki atribuía cualidades líricas, el concepto occidental de cuarto de baño ha evolucionado integrando pragmatismo y valor estético en todos sus elementos. Lejos de ser vista como una parte menor de la casa destinada a prosaicos menesteres, el baño es hoy una estancia que se trata con sumo, incluso exquisito, cuidado; y que puede hallar sus inspiraciones en imágenes y materias naturales, tal como prueban los diseños realizados por Zaha Hadid para la línea Vitae de Porcelanosa.
Presentada en 2016 e incluida dentro la colección Noken, esta línea fue uno de los últimos proyectos desarrollados por Hadid, antes del inesperado fallecimiento de esta mujer que legó una visión creativa que se caracterizó por una persistente vocación por romper los límites de las formas arquitectónicas y el carácter vanguardista y osadamente audaz de su estilo, que se concretó no sólo en edificios sino que extendió también al diseño de una gran diversidad de objetos.
Vitae la situaba ante el mismo tema que fue referencia conceptual para uno de sus más celebrados edificios, el Complejo Acuático Olímpico de Londres (2012): el agua y las geometrías generadas por el movimiento de lo líquido. Diseñada por Hadid junto a sus colaboradores Patrik Schumacher, Christos Massas y Maha Kutay, esta línea debe su nombre al hecho de que es en el agua donde se halla el origen de la vida y en su inspiración en las formas del fluir de ésta.
Las bañeras, lavabos y encimeras, inodoros y bidés de Vitae proyectan formas orgánicas, delicadas, que convierten el cuarto de baño en un auténtico espacio de relajación, de carácter absolutamente contemporáneo. Como todos los elementos cerámicos de la colección Token (para quienes, además de Hadid, han diseñado también Richard Rogers y Luis Vidal, Norman Foster y Simone Micheli), las piezas están fabricadas artesanalmente y, gracias a un específico tratamiento, ofrecen óptimos acabados y altos niveles de resistencia, dureza y brillo.
Espejos y griferías son otros de los elementos que forman parte esencial de ella, y que son también resultado del encuentro entre las inspiraciones brindadas por el líquido elemento y la posibilidad de materialización de éstas que permite un uso simultáneamente sensible y radical de la tecnología digital avanzada, distintivo del trabajo de Hadid.
En 2018 dos nuevas piezas han venido a sumarse a la Vitae de Porcelanosa. Se trata de elementos destinados a cuartos de baño de medidas reducidas y que insisten en las cualidades de belleza, ergonomía y sostenibilidad que distinguieron el concepto novedoso y exclusivo tal y como fue creado por Zaha Hadid para esta línea y que ya en el momento de su presentación, en 2016, lo hicieron merecedor de prestigiosos galardones.
