El color de la piedra. Moneo Brok resignifica el granito en Stonegal 

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La piedra y, sobre todo, el granito son sinónimos de arquitectura tradicional y vehículo de valores aparentemente ajenos a las solicitaciones de lo moderno. Belén Moneo y Yaiza Camacho, del estudio Moneo Brock, ponen boca abajo esos lugares comunes en una pieza realizada en granito rosa de Porriño para la feria Stonegal de Vigo como “germen de una posible arquitectura” que desborda los meros límites corporativos de una instalación ferial.

Un nuevo simbolismo para el granito

Asociamos automáticamente la piedra con la idea de solidez y permanencia en arquitectura. La noción de arquitectura moderna, por el contrario, está ligada históricamente a las posibilidades abiertas por las sucesivas tecnologías de nuevos componentes industriales: el hierro y el cristal primero; el hormigón, el aluminio, el titanio y los materiales sintéticos después. Todos ellos sugieren flexibilidad, dinamismo, mutabilidad: naturaleza o condición provisional, amortizable, cambiante.

El Color de la Piedra. Granito. Moneo Brok. Stonegal
El Color de la Piedra. Moneo Brok para Stonegal

La utilización de la piedra en contextos constructivos contemporáneos suele buscar apropiarse de algún modo de esa sensación de estabilidad, de que lo erigido aspire a la eternidad. O, al menos, a hacerse perdonar la vida confundiéndose con un contexto urbano previo, integrándose. La piedra es ese peaje universal de lo que los retóricos llaman captatio benevolentiae. Una falsa —e innecesaria— modestia.

El Color de la Piedra. Granito. Moneo Brok. Stonegal
El Color de la Piedra. Moneo Brok para Stonegal
El Color de la Piedra. Granito. Moneo Brok. Stonegal
El Color de la Piedra. Moneo Brok para Stonegal

Por eso resulta muy interesante la reflexión que plantearon Belén Moneo y Yaiza Camacho en esta instalación —realizada en granito rosa de Porriño— para la feria Stonegal de Vigo. El objetivo subyacente se basa en resignificar este elemento desde una perspectiva reciente, es decir, hacer una lectura de las características específicamente actuales del granito —la roca dura por antonomasia—, más allá de la mera conexión con sus valores tradicionales sin excluirlos.

Los arcos esculturales de Moneo Brock

La aparente sencillez de la pieza resulta engañosa: un enjambre de arcos catenarios de distinta altura, cuya intersección aleatoria define un espacio que bien podría ser una plaza. Como es sabido, este tipo de arco se genera por la inversión de una curva catenaria: la que describe un cable sostenido desde dos puntos extremos separados por una determinada distancia que puede formularse en términos matemáticos. Su capacidad de comprimir y redirigir cargas es extraordinaria y, además del uso característico que hicieron de él arquitectos como Gaudí, su aportación es esencial en hitos de la arquitectura universal, como las cúpulas de Brunelleschi y Christopher Wren en Florencia y Londres. 

El Color de la Piedra. Granito. Moneo Brok. Stonegal
El Color de la Piedra. Moneo Brok para Stonegal

Sin embargo, en este caso los arcos no soportan otra carga que la suya propia. Se han empleado como unidades exentas, evocando al máximo la expresión de su naturaleza flexible desde un enfoque visual, ese que le viene del cable originario. La motivación clave, entonces, es esa: flexibilidad, una cualidad netamente de hoy. Estos arcos rinden homenaje a su poderosa condición de recurso estructural, sí. Pero las arquitectas los reinterpretan al concebirlos como “puentes que conectan personas, tiempos e ideas” y “umbrales”, o sea, “puertas hacia nuevos caminos”. 

El Color de la Piedra. Granito. Moneo Brok. Stonegal
El Color de la Piedra. Moneo Brok para Stonegal

El remate de varios de ellos se resuelve a modo de bancos integrados donde el visitante puede sentarse, “invitando a la pausa, la reunión y el encuentro, como sucede en tantas plazas y espacios urbanos construidos en granito en toda España. Así, El color de la piedra se transforma en un hito habitable, en el germen de una posible arquitectura”. 

Una plaza en la feria Stonegal 

Todos sabemos de las connotaciones negativas que en el lenguaje común arrastra el sintagma plaza dura, por más que buena parte de los grandes entramados urbanos de la historia lo sean, desde el Campidoglio y la columnata berniniana de Roma a la Piazza del Palio de Siena o las plazas mayores porticadas españolas. Sin embargo, la disposición aleatoria de los arcos y su diversidad de alturas y proporciones “alude a una sociedad plural, abierta y conectada”, según declaran las arquitectas. La instalación se vale del trabajo preciso y enraizado de empresas locales como Lemman Granite, responsable de la extracción de la cantera de Pozo do Liño, y Godoy Maceira, que se ha ocupado de la transformación de la piedra. 

El Color de la Piedra. Granito. Moneo Brok. Stonegal
El Color de la Piedra. Moneo Brok para Stonegal

El granito rosa de Porriño tiene un valor añadido como industria emblemática de un lugar, pero su articulación arquitectónica lo enlaza aquí con supuestos de naturaleza global y generalizable. La densidad y el interés de la propuesta desbordan con mucho el mero papel corporativo de una instalación ferial; y valdría la pena que la Diputación de Pontevedra —que ha patrocinado la obra— o algún ayuntamiento de la zona considerara seriamente la posibilidad de reutilizarla y convertirla en lo que merece ser: un verdadero entorno urbano permanente. Parece que el Concello de O Porriño tiene la intención de hacerlo.

En este enlace puedes leer más artículos sobre otros proyectos de Moneo Brock.

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