Caleidoscopic, VIII edición de Millesime Madrid, se consolida no sólo como evento gastronómico internacional donde se realiza toda una oda al arte culinario, sino como un gran referente de la arquitectura efímera. Un escaparate de tentaciones sensoriales donde la exigencia de sus asistentes requiere de un trabajo sorprendente y detallista.
Hector Ruíz Velázquez, arquitecto responsable del diseño global del evento, convirtió Millesime en una ciudad con calles y plazas bajo el lema de Españoleart. Una consecución de escenarios donde se dio muestra del ingenio, la osadía y la elegancia de quienes han estado a cargo de los diseños en los que los mejores chefs de España y México han podido deleitar a sus comensales.
Además de la dirección artística, Ruíz Velázquez fue el creador de uno de los seis restaurantes pop up: Cubic. 1000 cajas de cartón estratégicamente colocadas conformban este espacio en el que los juegos ópticos de luces y sombras acompañaban a la flexibilidad y la sostenibilidad que denota un material como el cartón. Un elemento que sorprende por el contraste de su ligereza y fragilidad frente a la fortaleza de su construcción y las condiciones acústicas que genera.
Lo fugaz de su naturaleza no ha sido obstáculo para encontrar áreas destinadas a la conversación y al sosiego. Zonas en las que degustar pequeñas delicias en compañía o de un modo más íntimo. Tampoco lo ha sido para encontrar referentes del diseño que perduran al paso del tiempo, como las sillas de Philippe Starck para Kartell o las Eames de Vitra. Detalles que nos hacen transitar por un recorrido provocador en el que se puede saborear la propia arquitectura.
