Batumi es una ciudad de Georgia que está reciclando su imagen gracias al dinero inyectado por sus vecinos e inversores kazajos. Desde 2010, esta localidad de 180.000 habitantes quiere añadir a los recios edificios del racionalismo socialista, unos rasgos más modernos acordes con la nueva riqueza proveniente del petróleo de asia Central. En medio de esa reconfiguración urbanística, ha nacido un proyecto híbrido a cargo del arquitecto Giorgi khmaladze con dos servicios que suelen separarse espacialmente… porque ¿quién no ha comido alguna vez en un restaurante de carretera a pocos metros de una gasolinera?
La propuesta de khmaladze integra perfectamente ambos programas en un mismo conjunto, pero con la voluntad de que visualmente no se encuentren. Es decir, que quien esté comiendo se olvide de que tiene justo al lado una estación de servicio. por eso, la zona de surtidores se ha escondido debajo de la alfombra; en este caso, debajo del edificio. ¿y cómo se ha conseguido? Haciendo que la construcción ocupe muy poco suelo y que fun- cione prácticamente como un voladizo ascenden- te, dentro del cual se encuentra el restaurante, y a cuya sombra se sitúa la venta de carburante.
En realidad, esta estructura irregular y dinámica, es una concha acristalada que ofrece a los co- mensales vistas al estanque artificial que domina
la parcela; y ya en la parte de arriba, vistas a un pequeño jardín interior que rompe definitivamente con la idea preconcebida del restaurante-gaso- linera. Nada se ve del área de servicio, porque en realidad este espacio de comida rápida es como un mirador urbano orientado a la ciudad o a ese paisajismo interior. lo dicho, la gasolinera escon- dida debajo de la alfombra.
