La ciudad de Shanghái acoge en sus calles una espectacular construcción efímera diseñada por UNStudio. El Centro Comercial de Xitiandi ha sido el lugar escogido para colocar una estructura metálica de 30 metros de largo a modo de puerta de entrada. Una pieza que se muestra retorcida sobre su propio eje y que está recubierta en una de sus caras por acero inoxidable pulido y en la otra por una aleación de aluminio. Estos acabados permiten que la luz incida de una manera especial y se refleje en mil y una direcciones. Es por ello por lo que al desaparecer el día, la acera que hay bajo esta escultura urbana se enciende con luminarias empotradas y paralelas entre sí, creando un efecto un subjetivo de formas imposibles.
Los arquitectos encargados del diseño conciben este proyecto como una exploración conceptual donde se estudia la “relación simbiótica de las reflexiones culturales que se producen entre los ocupantes de la ciudad y el paisaje urbano”. En otras palabras, descubrir cómo el hombre se relaciona con su entorno, con lo natural y lo tecnológico, con el resto de seres humanos y con la urbe. Una oda al consumismo que nos incita a repensar lo que compramos, lo que necesitamos, cómo lo vemos y cómo lo pueden llegar a ver los demás. Una visión que a veces coincide con la realidad, pero según nuestros movimientos y nuestro punto de vista, puede quedar completamente deformada, al igual que el viandante que busca su reflejo en esta singular pieza.
