Urban Tree House. La casa árbol de No Architecture que brotó como un jardín en Manhattan

Urban Tree House. El jardín interior de No Architecture

Dijo Miguel Fisac que como las ciudades son feas, sus moradores salen al campo. Yo añado que como los urbanitas no tienen campo, hacen jardines: ese pequeño paisaje que es hijo de la imposibilidad, pues se trata de un ejercicio de domesticación de la naturaleza, un acto absurdo, cursi e inviable. Los jardines en las ciudades surgen como sustitutivo del verde campestre en contestación al asfalto —el pintoresquismo da buena fe de ello—.

Sin embargo, y como ocurre con cualquier paraje enmarcado, pierden la naturalidad y la espontaneidad cuando quedan dominados por el diseño y la artificialidad. Solo los japoneses han logrado superar este escollo con un éxito notable. Dicho esto, y para empezar a hablar del ático neoyorquino Urban Tree House y su “jardín interior”, debo precisar que, aunque Fisac dijo que las ciudades eran feas, no lo son. Al menos Nueva York no lo es.

Una casa árbol en el corazón de Manhattan

Ideada por No Architecture, la Urban Tree House es básicamente una reforma. En Manhattan, con vistas a la rivera verde del Hudson y con un presupuesto holgado, No Architecture ha planteado la rehabilitación de un loft como la agregación de dos pisos preexistentes en una sola unidad de planta ortogonal, cuya particularidad reside en la estructura arbórea que crece en el centro del inmueble. Mediante la perfilería de unas grandes vigas de abeto Douglas, los arquitectos han diseñado una armazón lúdica de la que cuelgan hamacas, lianas y enredaderas; como si fuese esa casa al abrigo de la copa de un árbol en la que todos quisimos refugiarnos cuando aún éramos jóvenes.

Como su nombre indica, este proyecto quiere emular esas construcciones endebles de las películas americanas por las que los niños querían subir a los árboles. No obstante, aquí el concepto es más artificioso y no sé si consigue el propósito pretendido o queda solo en una estrategia de naming. Con todo, Urban Tree House abre cuatro dormitorios con baños y panorámicas al río, generando con los grandes paños acristalados el flujo de corriente continua norte-sur, este-oeste.

De la misma manera, cabe resaltar que en la propuesta de No Architecture toda la tabiquería nueva que se incorpora es flexible gracias a unos rieles giratorios insertos en el pavimento; lo que permite variar la distribución y adaptar los usos de la vivienda a las diferentes casuísticas que allí se den. Y eso sí que tiene más que ver con el organicismo de un jardín que con el rigor de una arquitectura cerrada y estricta.

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