Como ladrones de tumbas, el arte instiga a mirar épocas pasadas para tomar de ellas aquello que más nos gusta. Sin embargo, el verdadero valor se encuentra en ser capaz de aportar algo nuevo a lo ya inventado. Y como han hecho tantos otros a lo largo de la historia, la agencia Saint of Athens ha reducido la escala de las columnas dóricas para proyectar una mesa auxiliar de lo más “clásica”.
El diseño de Saint of Athens
Seguimos inmersos en esa nostalgia que mira hacia épocas anteriores con el sentimentalismo del proverbio “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Y esa actitud lleva a una contaminación creativa que se lucra de siglos dorados, legados de inspiración por los que los artistas se asoman sin timidez, rescatando formas y virtudes para ajustarlos a la estética presente. En esa pasión curiosa, el imaginario grecolatino suele ser un vencedor. Un caballo de Troya que se infiltra en nuestra contemporaneidad porque —lejos de un Renacimiento— un poco de anacronismo casi siempre es bienvenido.
Que se lo digan a Saint of Athens, la agencia multidisciplinar de Nikos Paleologos, que parece no olvidar sus raíces ancestrales ligadas a la tierra de los helenos. Esto justifica la razón por la que su práctica tiende a oscilar en torno al espíritu clásico de la Antigua Grecia. Y este epítome lo vemos en la flagship store para la firma Nikos Anthina, donde el equipo proyectó una cantera de mármol Dyonissos a modo de templo para el perfume Scultpure. Aunque su último trabajo junto a la empresa griega Urbi et Orbi ha dejado más que claro cuál es la odisea estilística que precede a su obra Kion.
La Antigua Grecia como fuente de inspiración presente
En 1971, una voluta jónica simulaba emerger de la tierra —al menos en la escenografía publicitaria— como un resto arqueológico recién encontrado. No era de piedra caliza, sino de poliuretano. Y no era una columna, sino una lujosa chaise longue que quedó como un icono de Gufram ideado por Studio 65. La pieza fue una de las que integrarían la famosa serie Attica y se apodó Capitello, convirtiéndose en un referente de mobiliario surrealista y pop. Más de 50 años después, Paleologos renueva ese imaginario desprendiéndolo de cualquier tono lúdico para partir de un enfoque racionalista, transformando un fuste con su capitel dórico en una mesa auxiliar de hormigón macizo. Kion es un homenaje a la arquitectura griega que el propio Paleologos describe como algo “más que un mueble”.
Cimentados por Urbi et Orbi, las mesas escultóricas guardan los detalles del estriado y el ábaco sobre el que se apoyará el entablamento, solo que aquí, dicho entablamento alude a cualquier objeto de nuestro día a día. Podemos considerar que desprender de monumentalidad lo que se concibe con admiración es un acto rebelde. Sergio Roger lo hace en sus creaciones acolchadas sobre bustos y pilares griegos. Y en Kion, Saint of Athens hace algo similar al reducir la escala de las columnas para insertarlas como elementos decorativos y funcionales en el hogar. Aun así, no pierde su aura de tratado testimonial sobre la duradera influencia de esta civilización en el terreno constructivo. Parece que la herencia de Hélade seguirá acompañándonos y resonando también en el siglo XXI.
