Caixaforum imprime en 3D el futuro con su última exposición dentro del Madrid Design Festival

Una exposición interactiva en CaixaForum Madrid

Parafraseando a Arquímedes con aquello de la palanca y el punto de apoyo, en 2023 se puede pensar que con una impresora 3D y una idea se puede mover el futuro. Variar el rumbo de cada rama en la que el ser humano ha puesto sus esperanzas o su felicidad, la sostenibilidad del medioambiente o su paso por la Tierra y el universo. La exhibición interactiva PRINT3D. Reimprimir la realidad ahonda en quiénes somos y seremos cuando esta tecnología siga escalando en el día a día hasta un porvenir en el que ya se trabaja.

Una tecnología —ya sea basada en láser (SLA y SLS) o deposición de materiales plásticos (FDM o FFF)— cada vez más sencilla, con más arrojo y mayor celeridad, que economiza cada proceso y que podría darles un giro a los modelos de producción. La imaginación y la sustentabilidad más viable pueden ser los nuevos valores de un mercado que poco a poco deje de ser el mismo. La gran pregunta que sobrevuela cada sala es cómo hemos ido e iremos asimilando estos cambios en el sistema.

Una impresora 3D para salvarnos

Precisamente fue lo que ocurrió durante la pandemia de la covid-19 y la impresión de mascarillas, pomos, respiradores, etc… La medicina y la sanidad es, por ahora, la gran punta de lanza de todo lo que oferta la impresión 3D. En la muestra, tras descubrir los materiales y el cómo de un diseño y su desarrollo, lo primero que se encuentra es la zona reservada para desvelar por qué se la considera una herramienta esencialmente colaborativa.

Y no es únicamente porque la creación y complejidad de cada procedimiento pueda ser solventada a partir de piezas más pequeñas y pensadas hasta el detalle en diferentes aspectos del planeta, sino que su utilidad principal radica en la ayuda, el apoyo y la cooperación. Desde prótesis de miembros, lo que incluye la veterinaria, hasta detección de enfermedades, el estudio de estas o sus posibles soluciones. Y todo ello, además, desde una ecosostenibilidad absoluta, siendo adalid en casi cada vanguardia de tan urgente problemática mundial como lo es el cambio climático.

De hecho, un sector que podría haber dado completamente la espalda al remedio de la impresión 3D como la moda, se ha erigido, sin embargo, como un referente a seguir. Planteado por LOWPOLY Design, pieles de patatas, de naranjas y de uvas, neumáticos, posos de café o redes de pesca sirven para concebir prendas personalizadas, adaptadas al cuerpo a través de un escáner corporal —que se puede probar en el recorrido—. La pasarela necesita ser ambientalista. Y podemos ver esto reflejado en un conjunto icónico: el vestido kinematics de Nervous Systems.

Arquitectura y diseño del hoy y del mañana

Porque el usuario es al fin y al cabo el gran protagonista de la exhibición. Se puede dejar engatusar por la magia lumínica de un zoótropo en 3D o del arte de unos instrumentos prácticamente imposibles o ser el diseñador de su vida. En PRINT3D se permite a los visitantes crear desde mobiliario —vajillas o sillas que, de por sí, ya están presentes en la exposición— a reimaginar el mundo del motor o concienciarse de cómo han de modificarse las propias estructuras urbanas.

Y es que la idea de casas ecológicas, hasta biodegradables y de componentes locales, se puede volver clave en lo que aún solo podemos soñar: la exploración espacial. Habrá un día en que el ser humano pise con tranquilidad la Luna o Marte.Será el comienzo de una nueva era. Igual que serán indispensables los robots que sean capaces de construir a distancia y con elementos que puedan encontrar a su alrededor. El vídeo final de la muestra es, de hecho, un ejemplo perfecto de la increíble potencialidad de la impresión 3D, que en las manos adecuadas puede hacer que alcancemos un nuevo nivel evolutivo.

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