Proyectada por MasafumiHarigai Architecture, ABE House plantea nuevos desafíos sobre cómo debe ser una vivienda. Una propuesta con la que el estudio de arquitectura japonés demuestra que el recogimiento no tiene por qué ser en absoluto equivalente a tediosa monotonía.
La filosofía arquitectónica de Masafumi Harigai Architecture
Propuestas como la ABE House confirman la inagotable capacidad de los arquitectos japoneses para pensar y seguir definiendo cómo puede ser una casa. Nacido en 1980 y formado como proyectista en la Universidad Nacional de Yokohama, Masafumi Harigai ha diseñado esta residencia sobre la idea de que la casa ha de ser un sitio donde vivir, no solo donde residir. O lo que es lo mismo: ha dado forma a un espacio que integra pragmatismo, sensibilidad, materialidad, funcionalidad y emoción.
En la filosofía arquitectónica de Harigai, el tema fundamental es siempre la estructura. En este domicilio de 190 m2 para una familia de seis miembros, la pregunta de partida fue: “¿Es posible concebir una arquitectura donde las sensaciones corporales sean el factor dominante?” Así planteada, ABE House está conformada por un fino marco rectangular —la zona habitable— que rodea un patio interior de trazo poligonal, espina dorsal de la vivienda.
El deseo de aislamiento en una casa japonesa
A raíz de dicho patio se desarrolló el resto del edificio, y las decisiones espaciales se tomaron diseñando habitáculos de funcionalidad totalmente abierta —y nada normativa— según las necesidades de sus usuarios en cada momento. Esta estrategia revierte la relación habitual de la distribución en la construcción, ya que la estructura —en vez de actuar como un punto fijo— oscila. Es decir, las reglas de la racionalidad mecánica se ponen al servicio de la ductilidad, cuya finalidad es lograr un ambiente fluido y lo más cómodo posible para los requerimietnos de sus habitantes.
Las dependencias domésticas se ordenan en dos niveles en los que se sitúan, interconectados, los pequeños volúmenes que las albergan. La fachada interior, completamente acristalada, contrasta con la oscura envolvente exterior que protege casi la entera totalidad de las plantas inferiores. La vida de esta familia queda así desvinculada del vecindario circundante, haciendo que su día a día transcurra encarado hacia ese pequeño paisaje privado del patio y la vista hacia las diversas estancias.
Aislamiento o, tal vez, un compartido deseo de introspección. Con la concepción de ABE House, Harigai demuestra que el recogimiento no tiene por qué ser en absoluto equivalente a tediosa monotonía, sino a una búsqueda de la concentración en lo extraordinario que ofrece la cotidianidad: una casa en donde existen, a la vez, las distancias y las cercanías, donde el todo que componen pilares y vigas continuas constituye también la singularidad del espacio. El hogar como una compleja área de percepción capaz de permitir a cada miembro de la familia experimentar distintos momentos al mismo tiempo.
En este enlace puedes leer un reportaje sobre los nombres más notables de la arquitectura japonesa.
En Saitama, Japón.
