Hasta el 15 de octubre, el Centro Botín de Santander acoge Enredo, una selección de obras de arte procedentes de la colección de la fundación homónima. Un juego de volúmenes y estéticas dispares de la mano de la artista catalana Eva Fábregas, quien es comisaria de la muestra junto a Bárbara Rodríguez Muñoz.
Los Enredos de Eva Fàbregas
Hay siempre un atrevimiento en todo aquello que, artificialmente, es amorfo. Hacer de la nada algo que solo puede dialogar con sus iguales le da, a cualquier escala, un sentimiento vivo, un tejido más sensorial o un tono lúdico que provee de presencia pura a cualquier obra para ser dueña de su espacio. Esa es la radicalidad que el Centro Botín de Santander se ha propuesto encarar estos meses con la exposición Enredos: Eva Fàbregas, donde la barcelonesa utiliza las propias condiciones de su arte —abstracto, táctil, genuinamente posible— para perturbar al visitante y equilibrar su relación con el entorno.
De hecho, las implicaciones físicas de los objetos artísticos y el aire que les rodea son un eje para entender la exhibición. Volúmenes originales —solo adulterados por nuestra percepción de ellos— que generan un recorrido casi biológico, como si se entretejiesen las materias que nos conforman y dichas piezas pudiesen ser trenzadas en un hipotético viaje por los procesos naturales que suceden dentro —digestión, gestación, renovación celular— a la vez que fuera de nosotros.
Las esculturas se adueñan del Centro Botín
Destaca, por tanto, el trabajo Oozing —que alude a la acción de rezumar— y que provoca por sí mismo una multiplicidad de sensaciones. Al descubrir toda esa turba de esculturas hinchables, como músculos y órganos gigantes que se pueden tocar y notar las diferencias rugosas de la piel y su tejido, el público entiende la fantasía de un crecimiento orgánico, del cuerpo redistribuyéndose en nuevas direcciones y complejidades más relacionadas con la ciencia-ficción: la extrañeza como otra manera de mirar la hermosura.
Un primer capítulo
Eva, junto a Bárbara, directora de Exposiciones y de la Colección del Centro Botín, han seleccionado proyectos de artistas jóvenes que, al igual que ella, fueron en su momento becarios de la Fundación Botín. Este hecho promueve vínculos entre Asier Mendizabal y Leonor Antunes, entre Nora Aurrekoetxea y Sara Ramo o entre David Bestué, Cabello/Carceller y las aportaciones del artista mexicano Gabriel Orozco.
Esta muestra de Enredos, además, se comprende mejor como un primer capítulo de un nuevo programa que, con vistas al futuro, dará apoyo y visibilidad a los creadores que han podido disfrutar de una Beca de Arte en esta institución. De ese modo, sus propuestas harán de puente entre el propio pasado, el presente y el futuro de la colección, así como una demostración comunitaria sobre la conexión que existe entre la arquitectura del centro y el público que lo visita.
El arte de Eva Fàbregas pudo ser contemplado este mismo año 2023 en ARCO.
Eva Fàbregas, que recibió el premio ARCO 2023 por su obra Crecimiento, es una de las artistas de mayor proyección de España. Nacida en Barcelona en 1985, su obra, articulada en torno a los abstracto del deseo y la ternura afectiva —de ahí su condición táctil—, se ha expuesto en ciudades como Londres, Barcelona, Gante, Madrid, Yokohama, Múnich, Tenerife o Berlín, entre otras.
El increíble Centro Botín se encuentra en el Muelle de Albareda s/n, en los Jardines de Pereda, en la ciudad de Santander, capital de Cantabria.
