En la última entrega de Casa Decor hemos sido testigos de cómo los productos de la marca XTONE, de Grupo Porcelanosa, han tenido un papel clave en la cocina de la firma SixtyPro. Planteada por el estudio Cuarto Interior, el área se ha dividido en tres zonas diferentes, conviviendo armónicamente entre sí sin necesidad de separarse.
En la cocina que Charlotte Perriand diseñó para los apartamentos L’Unité d’Habitation de Le Corbusier (ubicados en Marsella), ya se vislumbraba una profecía sobre el futuro de esta estancia. Su estructura semiabierta la introdujo —aunque de manera comedida— dentro del living, por aquel entonces núcleo de toda la actividad cotidiana. La evolución directa de esa predicción se proyecta en lo que vemos hoy dentro del hábitat: cocinas que son salas de estar y, al mismo tiempo, epicentro de los encuentros sociales. Una suerte de ambiente sin barreras donde los materiales empleados terminan fomentando una fusión espacial que surge por naturaleza.
Precisamente, en la última entrega de Casa Decor hemos sido testigos de cómo los productos de la marca XTONE, de Grupo Porcelanosa, han tenido un papel clave en la cocina de la firma SixtyPro. Planteada por el estudio Cuarto Interior, el área se ha dividido en tres zonas diferentes, conviviendo armónicamente entre sí sin necesidad de separarse. Bar, rincón del chef e isla demostraban que todo pasa en la cocina: la socialización, la práctica culinaria y, por supuesto, ese diálogo reflexivo con los alimentos. La belleza de las tonalidades suaves se percibía en detalles como el cuidado mobiliario, el matiz artesanal de los azulejos verdosos o la amalgama estética de la gran isla de cocina.
La cuarcita Adamantina de XTONE envolvía con un abrazo la personalidad rotunda de Doux Heritage: a modo de encimera, en su parte inferior y creando una cascada texturizada en uno de sus laterales. Su perceptible elegancia se reflejaba en las vetas blanquecinas de su paisaje pétreo e infinito, que también se desplegaba sobre el mueble-bodega, en este caso con retroiluminación incluida. Y con una sofisticación atemporal, el porcelánico Bottega Caliza de XTONE se encargó de engalanar el pavimento mediante su destreza neutra, siempre en equilibrio y generando una homogeneidad con el entorno. Es así como dichos componentes —esenciales en una escenografía dominada por las formas redondeadas— lograron dar a la cocina esa identidad híbrida tan en boga hoy día. Un ejercicio que, gracias a XTONE, permitió que la pasión mediterránea pudiese florecer en el acabado pulido de las superficies.
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