Punto de encuentro de hombres y mujeres de letras, fábrica de pantallas de lámparas, imprenta durante la Segunda Guerra Mundial, teatro local y tienda pop-up de Frame. Pocos edificios cuentan en su haber con un currículum tan extenso en apenas 200 años de historia. Pero así es el Felix Meritis de Ámsterdam: cuatro plantas llenas de música, comercio, literatura, física y dibujo tal y como se establecieron los diferentes departamentos en la institución original.
Con la ayuda de los arquitectos de Math para la parte estructural y bajo demanda del grupo de inversión Amerborgh, el estudio i29 ha sido el encargado del interiorismo contemporáneo. Ya en su día fueron los escogidos para la pop-up store de Frame: conocían de antemano los entresijos del espacio. Y han vuelto a encontrarse ante la premisa de llevar a cabo un diseño que debía mantener su identidad y preservar la fuerte carga histórica del inmueble. Había que conservar el armazón de la finca completamente intacto, lo que obligó al estudio a crear un techo nuevo donde esconder todo tipo de instalaciones que lo situaran en el presente tecnológico que vivimos.
La zona de entrada —en la que están ubicados un restaurante y la recepción— es contemporánea y está encajada en un entorno tradicional, cuyas paredes reflejan trabajos textiles con grabados personalizados. Un montaje lumínico conecta las dos estancias y, al unificarlas, crea mayor sensación de amplitud, lo que logra el efecto wow tan perseguido por todos los diseñadores.
El resto de áreas están tratadas con un clásico en i29: el color usado con finalidades divisorias. Lo vemos en la sala de conciertos, en el Shaffyzaal, en el Teekenzaal —el antiguo taller— o en el Huslylounge, donde antes estaban las oficinas del partido político CPN y hoy emerge como un jardín de interior bañado con una luz brillante gracias a la claraboya central.
El objetivo principal era llevar este vetusto edificio monumental al ahora. Traerlo a la actualidad con todas las comodidades lumínicas, tecnológicas, acústicas y estéticas del interiorismo contemporáneo, pero manteniendo el alma y la filosofía original de la sociedad Felix Meritis. En definitiva, un ambiente moderno con respeto por su propia historia para enriquecer la vida cultural de la ciudad. Algo que a i29 se le da fenomenal.
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