La ciudad permeable
Concéntrico, Festival de Arquitectura y Diseño de Logroño, llega a su cuarta edición consolidándose como una propuesta que acerca la disciplina del proyecto al público de una manera lúdica pero también con un fuerte y comprometido discurso que nos habla de rescatar la ciudad oculta. ¿Y cómo lo hace? Acercándose a zonas poco transitadas, patios interiores, plazas y rincones en el centro histórico y más alejados también, cuyo valor patrimonial, urbanístico, espacial e histórico renace a través de las propuestas de artistas, arquitectos y diseñadores llegados de distintas geografías. Propuestas que iluminan, con su propia mirada, allí donde no vemos, aquí donde ignoramos. En esos escenarios tienen lugar las distintas instalaciones, que, realizadas in situ y con una duración de apenas unos días, dejan tras de sí sorpresa, preguntas, la posibilidad de nuevos horizontes y otros placeres para el caminante. A ellas se suman exposiciones, encuentros, talleres y performances en el programa Encuentros sobre comisariado, investigación y docencia que invita también a la reflexión y el debate sobre el espacio urbano tanto entre profesionales como entre éstos y espíritus curiosos, con expertos como Andreia Garcia (Portugal), Antoine Aubinais (Francia), Michał Piernikowski (Polonia) o Pola Mora (Chile).
Aprendiendo mientras caminas
El recorrido a pie, plano en mano o dejándose perder y guiar por la intuición, permitió ir encontrando diseñadores de todo, paso a paso, las distintas intervenciones planteadas por catorce equipos de arquitectos y diseñadores de todo el mundo. El contraste, lo insólito, lo inusual permitieron ir tejiendo un relato urbano que tenía como punto de partida una intervención de creatividad libre, la construcción en madera de contrachapado, gracias a la empresa riojana Garnica, y la fijación de las piezas sin colas ni tornillos. El desafío lo asumieron 14 jóvenes profesionales de nacionalidades diferentes atraídos por la idea de generar ese diálogo – real y virtual- entre la ciudad y sus habitantes.
Los intrépidos fueron Plastique Fantastique de Berlín, AA Architectural Association Interprofessional Studio de Londres Jorge Penadés de Málaga, David Bestué de Barcelona, Davide Marchetti de Roma, Collectif Parenthèse de París, Mjölk de Praga, Blurarquitectura de Logroño, Jairo Rodríguez de Burgos , Sebastián Andrés Podestá y Lucas Seré Pletzer de Buenos Aires , Fernando Cruzado, Julia Díaz, F. Javier Fernández y Ane Villaverde de Andalucía y País Vasco y Miriam Alonso, Patricia Ramos y Paula Mena de Madrid. Como novedad, la Escuela Superior de Arquitectura de San Sebastián participa con una intervención como escuela invitada del festival y la Escuela Superior de Diseño de La Rioja en sus jardines como escuela asociada.
Algunos de los nombres de los nombres seleccionados nacieron del comisariado de Javier Peña, el hiperactivo arquitecto logroñés que dirige e impulsa esta iniciativa organizada por la Fundación Cultural de los Arquitectos de La Rioja. Otros, de un concurso público en el que recibieron 128 propuestas realizadas en cartón pluma y que forman parte de una de las exposiciones.
Este objetivo de transformar, transmutar o despertar espacios generó una dinámica interacción con el transeúnte invitando a “repensar que lo existente puede ser diferente”, como señala Peña. “Por qué no reorientar la arquitectura hacia ese trabajo de renovación en espacios con referencias territoriales que la gente tiene cerca y que demandan atención. Esto hace que sientan el espacio como suyo”, agrega.
La cantidad de móviles en mano y fotografías sacadas en estos días, da fe del impacto y conexión. “Si las ciudades se debaten constantemente, la divulgación de nuevas prácticas y nuevas ideas acerca también la arquitectura y el diseño a los usuarios. A través de estas intervenciones la plaza aparece como caso de estudio y de investigación y dotas a la ciudad de capacidad crítica con respectos a sus espacios”, explica y acierta Peña.
Esa reflexión forma parte de unos los objetivos del proyecto, “quitar telarañas a la arquitectura y el diseño, sacarlos de espacios solo entendidos como profesionales para que sean entendidos por cualquier tipo de persona”. Esto implica que el público transite por la ciudad y vea las intervenciones con un espíritu de aprendizaje, que mute la hostilidad del o hacia el entorno hacia la amabilidad, que lo doméstico cobre protagonismo y sobre, todo, pone en primera línea el papel de lo colectivo en la revitalización de su hábitat.
El otro gran acierto del proyecto es haber podido motivar a las instituciones, a veces tan reacias a la novedad, a llevar adelante esta plataforma que pone en foco la experimentación urbana y que cuestiona a la vez, el status quo. El Ayuntamiento de Logroño y el Centro Integral del Diseño del Gobierno regional son los principales valedores y con ellos colaboran Garnica, Bodegas LAN, Acción Cultural Española y diversas embajadas internacionales que apoyan la presencia de los jóvenes talentos.
Una generación inquieta
Los autores de los trabajos no son arquitectos que hacen arquitectura efímera ni están especializados en esa área. Por el contrario, vienen de distintos campos – desde estudiantes de una escuela de arquitectura a David Bestué, que acaba de exponer proyectos escultóricos en el Museo Reina Sofía. “En la ciudad hay muchos actores opinando, todo es complejo y acordar pactos siempre es complicado. Creo que Concéntrico permite a los creadores salir de su zona de confort y les ofrece un reto para que se animen a decir algo sobre un entorno durante cinco días. Eso es lo estimulante”, nos dice Javier Peña. Por eso los participantes, entre los treinta y cuarenta años, son voces sugerentes que entienden el rol fundante y transformador de su quehacer, sin podios, ni medallas. Perfiles que con una mirada reposada y sincera, ofrecen alternativas a la arquitectura actual. “Busco referentes en mi entorno y me interesan aquellos que tienen capacidad de ser permeables a lo que sucede. Ni continuistas ni rupturistas sino quienes miran con una cercanía que quizás, en otras épocas, no se hacía”, explica Peña sobre su generación.
Destacamos. Reclamos no convencionales
En el post de Room Magazine del pasado 16 de abril realizamos un breve repaso por los distintos formatos y localizaciones del Festival y hoy destacamos cuatro propuestas que, a nuestro ver, se ajustan de manera precisa al ideario planteado por Concéntrico: esa intersección entre la exploración de nuevos campos en la arquitectura y el diseño y su interacción con el entorno.
El malagueño afincado en Madrid Jorge Penadés ha construido La Chabola en el patio de la Biblioteca pública de Logroño, un ejercicio arquitectónico basado en un sistema constructivo experimental mediante el uso de cinta adhesiva: une tablones con una cinta textil azul, roja y amarilla, similar a la que utilizan los fisioterapeutas creando una forma que surge espontáneamente y a la que acompaña una mezcla sonora tomada del ruido que hace la cinta al desenrollarse. La pieza, sutil y elegante, choca con esa idea de hogar precario, aportando belleza artística y lucidez constructiva a la temporalidad del artefacto y a su hipotético uso.
Por su parte, el equipo checo Mjölk architects propuso, en la pequeña y escondida plaza de Santa Ana, con vistas a la torre gótica de la iglesia de Santa María de Palacio, Latern (farola), un entramado de madera ensamblada que rodea como un cofre una luminaria e incluye un banco circular. El conjunto invita a la intimidad, al encuentro y su forma evoca el imaginario catedralicio con un enfoque contemporáneo. Al anochecer, cuando todas las lámparas de la plaza se iluminan, cambia la atmósfera, juegan las sombras y la instalación cobra su mayor sentido. Simplicidad conceptual y una geometría potente caracterizan este trabajo, uno de los más logrados de esta edición.
Los argentinos Lucas Seré Paltzer y Sebastián Andrés Podestá con La Plaza son los ganadores del concurso convocado por Concéntrico 04 para el diseño de la intervención de la Plaza de San Bartolomé. Uno se dedica a la arquitectura y la docencia y el otro al arte y la fotografía, pero juntos atraviesan esas disciplinas en temas dedicados a la inclusión, la innovación social y la cultura participativa. Su propuesta simple pero elocuente, es una llamada a la contemplación. Dos cubos de hormigón conectados por un espejo de agua invitan “a observar, conectar con lo visible y con el otro», explican los arquitectos. Ese camino de agua evocador de una acequia, actúa como elemento sintético y tensionador, refleja el entorno y va mutando a medida que lo hacen el cielo y las personas que se acercan a él. Así, lo estático y el dinamismo se dan la mano de manera casi mística.
Entrever, de Fernando Cruzado, Julia Díaz, Francisco Javier Fernández, Ane Villaverde, es la obra que ganó el diseño de la intervención de la Viña Lanciano de Bodegas LAN, una finca a dos kilómetros del casco urbano. La original idea de descentralizar el recorrido cobra todo su sentido cuando vemos por el camino la exuberancia del Ebro, la tierra roja y terrosa de las viñas. «Entrever» se eleva sobre el terreno y explora la idea de la conciencia del territorio. Sobre el sendero, una línea de lamas de madera crean un muro que no lo es tal, más bien parece una celosía vertical. De ellas nacen racimos de globos blancos que cambian de forma y se mueven según sople el viento, mezclándose con las nubes o bajando a ras del suelo. Texturas y ritmos, según sus autores, para reflexionar sobre el paisaje natural.
Y como no todo son exposiciones y conferencias, hay lugar también para la performance, por qué no, una manera no convencional de llevarnos por los mismos derroteros semánticos del Festival. AA Interprofessional Studio, parte de la prestigiosa Architectural Association School of Architecture de Londres han traído A walk, una acción que une arquitectura, diseño, danza y espacio de manera dinámica, interactuando con el cuerpo humano. Los objetos son porque los miramos, los encajamos en nosotros mismos, los incorporamos en nuestro desplazamiento. Y porque tienen también, voz y sonido.
Exposiciones
Para terminar, os dejamos la agenda de exposiciones, un panorama que amplía el abanico de posibilidades del programa reuniendo ideas de consagrados y emergentes.
HAMR – Huťarchitektury. Martin Rajniš (Sala Exposiciones del Ayuntamiento de Logroño) hasta el 20 de mayo. La muestra del arquitecto checo presenta su trabajo especializado en la construcción en madera y su conexión con la naturaleza, arquitecturas complejas que se exhiben a través de fotografías y bocetos de edificios recientes.
Migrant Garden. UntouchableLandscapes. (Capilla de La Bene, Marqués de Murrieta 76) hasta el 20 de mayo. Una convocatoria a 40 arquitectos internacionales que reflexiona sobre los procesos de migración a través de pequeñas arquitecturas y plantean un paradigma doméstico del hogar actual a partir de las preguntas “¿Qué sucede si te fuerzan a dejar tu casa, un lugar que consideras tu hogar?” ¿Cuáles van a ser las consecuencias y el aspecto de este nuevo tipo de domesticidad?
I’m design (Sala de Exposiciones de la ESDIR, Paseo de Dax 2) hasta el 27 de mayo. La inteligente y divulgativa exposición de la Escuela Superior de Diseño de La Rioja, escuela asociada del Festival, nos cuenta qué es diseño, cuáles son sus procesos y que hay detrás de un resultado final.
Concursos Concéntrico 04 (COAR, Barriocepo 40). Cerró el 1 de mayo pasado. Un recopilatorio de todos los trabajos presentados en esta edición, exhibidos en formato panel y maquetas.
