El estudio indonesio RAD+ar (Research Artistic Design + Architecture) parece haber sentado un poco de calma en el bullicio caótico de Yakarta. Lo ha conseguido con la edificación de Aruma Split Garden: un complejo de bar y restaurante que reconduce la relación entre el ser humano, la arquitectura y la naturaleza. Una obra donde el peso del hormigón siembra el orden por medio de un jardín tropical en varios niveles.
Brutalismo lleno de naturaleza
A menudo asociado a la dureza y la frialdad, el hormigón que envuelve al conjunto Aruma Split Garden tiene otro cometido: modular la luz y crear transiciones fluidas entre interior y exterior. RAD+ar lo utiliza a modo de lienzo táctil, y gracias a ello configura una serie de superficies rugosas, curvadas y orgánicas que se mimetizan con las especies trepadoras y los jardines verticales que perfilan todo el conjunto. Una acción estructural que viene acompañada de aperturas estratégicas y de zonas verdes perforadas, diluyendo los límites entre lo que se ha construido por el hombre y lo que quiere brotar por derecho propio.

La distribución espacial en esta gran mole tiende a seguir una lógica de diseño multinivel: un recorrido completamente teatral, donde cada planta ofrece una perspectiva individualizada. Desde la entrada, el visitante es recibido por un juego de sombras y luces, y esta escenografía va ampliándose durante el ascenso por las escaleras en espiral, rodeadas de vegetación exuberante. El circuito nos lleva por restaurantes en la planta baja, un bar en el entrepiso y una cervecería al aire libre, situada en una azotea que parece surfear la ciudad como la cresta de una ola. Así es como RAD+ar ha logrado que, aunque Aruma Split Garden se ubique en el centro de una gran metrópolis, entre sus muros se habite un oasis tropical.


La filosofía constructiva de RAD+ar
Con un visionado rápido al porfolio del estudio, se puede comprobar cómo el núcleo de su trabajo se focaliza en la capacidad de adaptar la contemporaneidad a las condiciones locales de Indonesia. Aruma Split Garden es, sin duda, un reflejo de esta filosofía al erigirse armónicamente con un material robusto en una tradición constructiva que siempre apostó por moldearse con componentes más naturales. Esto no es un hecho aislado, pues en otras intervenciones de RAD+ar, como en la cafetería-jardín Frame Garden, también se percibe esa intención de reconciliar la vida urbana con el medioambiente, siempre partiendo de la edificación escalonada.

En el proyecto de Aruma, la creación de microclimas provoca que cada sección actúe como un filtro de aire y origine corredores que se desempeñen como barreras térmicas. Además, la sinuosidad de la terraza-jardín termina por conformar toda la techumbre del área de restauración como cortinajes que caen con ingravidez. “La cubierta del edificio actúa como fachadas, muros, estructura en voladizo diagonal, circulación y mobiliario, todo en un diseño contemporáneo que se mezcla con el entorno tropical del área comercial”, comentan los arquitectos de RAD+ar.


Como un espacio híbrido, Aruma Split Garden propone una interacción diferente con el paisaje, una reconciliación con la ciudad para poder contemplarla desacelerando el ritmo. Y este planteamiento de enfoque contextualista traza un deleite visual en absoluto vacuo, pues como un árbol en medio del hormigón, la obra de RAD+ar consigue recordarnos que, como la naturaleza siempre acaba reclamando su sitio, es mejor dárselo desde el principio.

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