En un edificio de 100 años de historia se sitúa en su planta baja una antigua frutería abandonada desde hace más de cuatro décadas. La tienda, guardada en la memoria colectiva del barrio, se presenta vieja y cerrada de lo que antaño fue un espacio de comercio y reunión. En el interior llama la atención el buen estado del revestimiento original de mármol, que será fundamental en el proyecto. Esta obra se ha abordado desde la perspectiva de la preexistencia; tanto material como funcional.
Localización del local.
El proyecto d reforma de una antigua frutería aborda la necesidad de abrir la oficina a la calle, tanto por satisfacer la visibilidad del negocio, como por incorporar el máximo de luminosidad posible al espacio interior. Vistto estudio, empresa que se dedica a la reforma de viviendas, planteaba un proyecto que, aunque pequeño en escala, le permitiera mostrar en su nuevo showroom de Madrid algunos de sus recursos constructivos. La idea del espacio es reivindicar su origen, ligarlo a la memoria del barrio y actualizar el uso para maximizar los recursos y la flexibilidad de las necesidades requeridas.
El material ligado al espacio
Se trata de un local pequeño (16m² útiles) con dos estancias. La primera de ellas cuenta con un revestimiento de mármol rojo coralito de 44×88 cm puesto en vertical. La segunda sala se encuentra en mal estado y es donde si situaba la trastienda y el aseo. El proyecto acoge lo cromático del mármol y lo extiende a las dos estancias generando un cajón único, color terracota, donde el rojo coralito se expande por todos los bordes. No se ha querido ni replicar ni extender el revestimiento original, es una mimesis espacial.
Como contrapunto, se han elegido 2 revestimientos que serán el suelo y las paredes de los nuevos elementos que entran como añadido. La fachada y parte de la caja del aseo se construyen con el material de mármol Negro Marquina de 59x119cm en contraste con el rojo. El solado del baño y sus paredes a media altura se levantan con un porcelánico cementoso cortado a 30×60 cm que marca la transición entre la zona húmeda y la zona expositiva.
El uso ligado a la calle
Pese a la necesidad del cliente de convertir la antigua tienda en un despacho profesional, se ha decidido mantener el concepto de tienda – showroom; conservando el espíritu abierto y de barrio de su origen. El pequeño espacio rectangular se abre a la calle a través de una gran puerta pivotante. Se introduce, cómo único elemento ajeno, un cajón triangular que acoge la exposición de cocina y esconde el nuevo aseo.
En los 16 m2 se han conseguido satisfacer las necesidades de 4 puestos de trabajo, espacio expositivo de materiales, cocina – office para los empleados, aseo y puerta de servicio dando al portal. La visibilidad y la luminosidad de la sala se consigue a través de la única entrada de luz del local y sirve como reclamo para posibles clientes.
En definitiva, Vistto Estudio es una obra condensada y condicionada por una presencia material importante, donde una única sala de 7 metros de largo se articula de manera flexible utilizando sus dos alzados interiores como frentes útiles expositivos.
- Estudio
- Ignacio Hornillos