Pese a estos años de incertidumbre provocada por la pandemia, Milán se nos presenta como un terreno lleno de nuevas oportunidades. En esta edición de la Milan Design Week 2021, ROOM Diseño se adentra en el corazón de la ciudad para descubrir la esencia del diseño más global. En esta primera parada de nuestros paseos milaneses, nos dejamos iluminar por la exposición Collectible Design en la galería de Rossana Orlandi.
La colección de la Galería Rossana Orlandi
Convertida en una meca desde el momento en que se fundó y considerada por la prensa internacional como una de las ocho galerías más importantes del mundo, el espacio de Rossana Orlandi apuesta desde sus comienzos por un diseño emergente y no normativo. En ella se exponen piezas que han nacido para exhibirse y que cuestionan los conceptos tradicionales del diseño; obras de grandes nombres en la esfera de la creación contemporánea, entre los que se encuentran españoles como Nacho Carbonell, Álvaro Catalán de Ocón o Mayice Studio. En esta muestra para la Milan Design Week, nos abre sus puertas para deleitarnos con Collectible Design.
Milan Design Week en la Galería Rossana Orlandi
Nuestra selección por la Galería Rossana Orlandi viene protagonizada por la linealidad en un mobiliario variado y de presencia contundente. Álvaro Catalán de Ocón nos adentra en el píxel y la tecnología de Google Earth con su alfombra para Gan de PET reciclado. La colección Plastic Rivers es una vista privilegiada, realizada artesanalmente, puntada a puntada, que actúa de tapiz o, por qué no, de ventana aérea desde la que otear los ríos que más contaminan el planeta. En esta primera pieza, es el Ganges y su entorno orográfico el que ha inspirado al diseñador madrileño. Una obra reflexiva en la que diseño y compromiso convergen en un punto.
Del cielo viajamos al interior de la tierra para descubrir el mundo de la piedra cavernosa. Jean Yves Lanvin encuentra en la uniformidad de la roca una manera de expresarse que se refleja en su proyecto Mineral Sculpture. En él agrupa su colección Gemini, de ónix y bronce, y Block de latón fundido; en esta última el dorado espejado y la estructura de bloque nos hacen creer que estamos ante lingotes de oro.
Siguiendo una línea similar se encuentra la cajonera deconstruida de Francesco Maria Messina, Pyrite. Con una base pétrea —un rasgo presente en su serie Rissing Ocean—, reproduce la forma maciza del mineral sulfuroso, multiplicando su apariencia cúbica como un guiño a su naturaleza cristalina y a creadores como Mattia Bonetti o Fredrikson Stallard.
La geometría lidera la dimensión mobiliaria desde diversos vértices. German Emerîcs nos trae su característico vidrio de gradiente cromático en Split Desk y Ombré Glass Chair, su especial referencia a la Glass Chair de Shiro Kuramata. Pero también tiene cabida lo sinuoso, expresado orgánicamente en su alfombra Tidal y sus espejos asimétricos.
Las nuevas mesas y taburetes Golia de Draga & Aurel son una polifonía matérica de resina y cemento, con un concepto ecléctico y experimental en el que todo se funde a pesar de las diferencias. La firma Baroncelli, por su parte, aporta un elogio al collage geométrico con su instalación In fabula forma y un homenaje al cristal de Murano en las figuras The Miniments.
Enteramente de vidrio encontramos las lámparas No Title de Mayice Studio, ya compañeros inseparables de Rossana Orlandi. Una doble verticalidad tubular y armoniosa que tiene tras de sí una profunda reflexión sobre la luz y sus reflejos. Esta delicadeza y fragilidad se opone a la curvatura de la luminaria Bul-Bo, aquella icónica lámpara de los 70 diseñada por Gabetti e Isolda que Axolight traslada de nuevo a nuestros días.
Ajeno al armazón previsible, el estudio Papier a etres lleva la escultura al terreno de la iluminación. Impacta su conjunto Over the window: estatuas hechas en papel que se encierran en un límite de neón para asomarse a nuestro mundo y observarnos.
Ante esta senda artística, Benedetta Mori Ubaldini irrumpe en Rossana Orlandi con sus célebres piezas tridimensionales, hechas de malla de gallinero y sin ningún tipo de esqueleto interno. Un imaginario zoomorfo, natural y flúor que parece cobrar vida. Desde otra visión, Sergio Roger desmitifica el aura imperturbable de la era grecorromana como ya hizo en su día Studio 65. La reminiscencia de Capitello —aquel capitel jónico seccionado y semihundido— se instaura de un modo rupturista en sus esculturas textiles. La heroicidad del mármol de carrara se cambia por la tela, el volumen esponjoso y la desacralización de la figura sublime.
La Galería Rossana Orlandi nunca decepciona: trabajos únicos repletos de conceptos, geometrías, colores y nuevos usos materiales. Después de esta dosis de diseño no normativo, estamos preparados para afrontar otros paseos por Milán. Durante esta edición esperamos confirmar que la incertidumbre sanitaria baja su intensidad para dar paso, de nuevo, al dinamismo empresarial del mejor diseño.
En el siguiente enlace puedes ver más artículos de la Milan Design Week 2021