La oficina LLDS ha proyectado Northcote House: una vivienda a medio camino entre la contemporaneidad y las reminiscencias de la tradición arquitectónica australiana.
Una escalera de madera para recorrer una arquitectura orgánica
En Melbourne, Northcote House se erige como una propuesta arquitectónica que dialoga con la tradición constructiva de Australia. Sería pertinente empezar este texto recalcando que el proyecto, además de resolver con sutileza las necesidades del habitar contemporáneo, también aborda el imperativo de sostenibilidad propio de la época actual; y todo ello dentro de un territorio ancestral: el de los Wurundjeri. En este contexto, la vivienda se transforma en un lienzo que se adapta y en el que converge la convivencia entre trama urbana, historia y naturaleza como hilo conductor.

Para LLDS, el desafío de idear esta casa recayó en su inclusión dentro de la geografía autóctona; un emplazamiento de por sí complicado, teniendo en cuenta que la orografía donde se levanta es más que estrecha: solo 22 metros de largo por 4,6 metros de ancho. Esto podría haber constituido una limitación, pero en manos del estudio se volvió una oportunidad para experimentar con la espacialidad. En ese sentido, Northcote House propone un diseño eficiente y generoso, haciendo uso de materiales que facilitan una gran versatilidad a la hora de configurar ambientes de geometrías complejas, como ocurre en la sinuosa escalera acabada en unos antepechos de madera maciza.


Una vivienda sostenible que se inspira en Glenn Murcutt
El flujo entre las estancias se desarrolla a través de un sistema de tres niveles que permite la circulación libre de aire e iluminación natural. Al abrigo de sus muros, el interior parece un entorno de formas orgánicas, que se colmata con altos techos y hormigón texturizado, contrastando así con la calidez estética de la madera. Este material juega un papel crucial por su capacidad para vertebrar el complejo sistema constructivo del conjunto; por eso sus paneles no actúan simplemente como algo decorativo, sino que generan una atmósfera envolvente y establecen una transición térmica entre las diferentes áreas. Con ella se suavizan las fronteras entrópicas entre dentro y fuera y se modula la luz de manera sutil, reflejando las variaciones del día y originando sombras en muchos de sus alzados.


En el exterior, la fachada —con aperturas ovaladas y un enrejado destinado a ser colonizado por plantas trepadoras— establece un vínculo tangible con el paisaje. Y este diálogo entre lo construido y lo natural se extiende a la terraza, por la que sobresale una techumbre cerchada de madera que ofrece vistas panorámicas, proporcionando una sensación de continuidad visual. Por otro lado, la cubierta se plantea como una superficie ajardinada, habitada por una gran cantidad de especies endémicas. Un hecho que promueve la biodiversidad y que conecta con la integración de lo natural en el medio edificado: un principio que remite al trabajo de Glenn Murcutt, un referente de la arquitectura australiana.
La madera certificada por el FSC y los materiales locales —utilizados también en los encuentros de carpintería— apuestan por la construcción vernácula australiana. La sostenibilidad aquí no es un añadido, sino el eje que organiza toda la propuesta: desde la eficiencia energética hasta la reducción de residuos durante el proceso de fabricación y transporte. Al igual que sucede en las obras de Glenn Murcutt, Northcote House muestra cómo un diseño sensible y bien pensado puede generar un impacto profundo tanto en el medioambiente como en la experiencia humana. Y la labor de LLDS nos demuestra que la arquitectura puede ser algo más que erigir un refugio funcional, abriendo un camino hacia un futuro arquitectónico algo más consciente, conectado con su propio legado natural y con el entorno donde reposa.

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