Manu Bañó. Diseño silencioso a golpe de martillo

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El diseño de Manu Bañó es contundente y silencioso al mismo tiempo; un imaginario que focaliza su misión en preservar y ensalzar la herencia creativa mexicana a través de piezas escultóricas de edición limitada.

Manu Bañó, diseño español

Manu Bañó. Un legado de metal

Lo que está bien diseñado tiende a pasar desapercibido, afirmaban Fukasawa y Morrison en su libro Super Normal. Los objetos de Manu Bañó (Valencia, 1990) son contundentes, ocupan espacio y, sin embargo, nunca gritan. No nos referimos a que sea un apóstol de lo minimal que reza la oración menos es más mirando hacia la tumba de Mies van der Rohe, sino a su capacidad para ejercer la función desde la calma. Este valenciano, afincado en México desde 2013, perpetúa un legado lleno de intuición donde el metal no se marchita. Igual que Hefesto en su taller del Olimpo o los maestros de las fraguas: su discreción procede del empleo de técnicas artesanas a base de moldear con fuego y martillo. Y ese repiqueteo sutil es el que ha exportado a ferias como Design Miami/Basel, al Salone Satellite de Milán o a Maison&Objet.

Manu Bañó, diseño español
Manu Bañó, diseño español

Diseño español de herencia mexicana

Su misión se focaliza en preservar y ensalzar la herencia creativa mexicana a través de piezas escultóricas de edición limitada, como las que crea con su firma EWE Studio —cofundada junto a Héctor Esrawe y Age Salajoe—, o como aquellas que produce en solitario. Precisamente, de ese mutismo anacoreta surgen obras que responden a un art design introvertido: la lámpara OBJ-03 quiere esconderse de quien la observa, aunque no pueda. Esta herida en una chapa de acero es una cicatriz luminiscente que se yergue como una puerta, invitándonos a descubrir lo que hay detrás del óxido. Un ejercicio donde Bañó se tomó muy en serio el versículo de Mies. Igual ocurre en OBJ-01, otra luminaria que él mismo define como “un gesto simple y comprensible que no necesita explicación”. Y es cierto, ¿acaso es necesario explicar la desnudez?

Manu Bañó, diseño español

Bañó pone toda la crudeza delante de nosotros, a veces sin soldar y, otras, con un leve martilleo. Su silla OBJ-02 busca que los defectos de fabricación sean visibles a los ojos en una repetición de tubos de latón. Mirarla es como celebrar el esqueleto de la icónica Barcelona o la versión reservada de la famosa Hydro de Tom Dixon. Mientras, en su reciente colección —integrada por una mesa de café, un aplique y una lounge chair— explora las cualidades del cobre en colaboración con orfebres del pueblo de Santa Clara del Cobre, en Michoacán. Visto así, a su mobiliario no le hacen falta palabras para decir las cosas con honestidad, por eso la intención sale claramente a la palestra: exhibir en sus contornos la verdad de la materia. Sin estridencias. Porque hay que ser valiente para hacer ruido, pero mucho más para ser capaz de hacerlo de manera silenciosa.

Manu Bañó, diseño español
Manu Bañó, diseño español

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¿Cómo se llama el estudio de Manu Bañó?

EWE Studio, un estudio afincado en México y cofundada junto a Héctor Esrawe y Age Salajoe.

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