OHLAB ha vuelto a colaborar con la prestigiosa Relojería Alemana para crear su nueva tienda insignia en Palma. Una sede para el lujo discreto empapada de un sentido plenamente contemporáneo.
La nueva Relojería Alemana y sus atmósferas diferenciadas
En su último proyecto, OHLAB ha mostrado una aproximación diferencial desde su particular óptica, tomando la elegancia como bandera y el juego hábil de materiales como sello de identidad. En este caso se ha enfrentado a una boutique de más de 700 m2 y 7 plantas para la Relojería Alemana, una superficie amplísima y multimarca para un referente del sector fundado en 1879. Situado en un enclave histórico en el corazón de Palma, la obra supone la rehabilitación integral de una construcción del siglo XIX —entre otras cosas—, armonizando la esencia de su legado con elementos contemporáneos que la actualizan a nuestros tiempos.
Con una instalación llamativa y revestida en acero dorado, lo primero que se encuentra es una escalera luminosa que invita a recorrer las diferentes plantas de recepción, atención y venta al cliente. OHLAB ha puesto la arquitectura y el diseño al servicio de una estructura lógica y funcional, que ayuda a establecer prioridades jerárquicas entre los diferentes sellos relojeros. De esa manera, el inmueble se compone de estancias sorprendentes que generan atmósferas específicas y diferenciadas.
La parte inferior ofrece las boutiques de Rolex y Patek Philippe, así como un área-escaparate con otras marcas de primera línea que se replican inteligentemente a través de reflejos. Para distinguir los espacios de las firmas protagonistas, OHLAB excava dos cubículos separados en la superficie espejada que amplían, previamente, la percepción del entorno.
En el siguiente piso, el cromatismo de tonos verdes sugiere un sentido de lujo sutil y discreto, sin caer en una estética ostentosa o barroca. Además, el sitio cuenta con una zona de estar, un área de segunda mano, un taller de reparación de relojes con estaciones de trabajo y una sala de exposición con terraza, así como una planta destinada a oficinas y otra a almacenamiento.
El concepto de OHLAB: la materialidad dinámica
Cortinas de terciopelo, revestimientos de gamuza y cuero, paneles de madera, suelos de piedra, techos de yeso y muchos otros detalles participan en un juego de guiños al pasado y al presente, honrando y actualizando la historia de Relojería Alemana. Lo vemos en la entrada, donde se recibe al público con una exquisita cubierta artesonada de madera que, combinada con el latón y el acero, transporta a los usuarios a diferentes épocas, impartiendo un sentido de historia al conjunto.
Los materiales se disponen deliberadamente para originar una continua evolución. Un trabajo dinámico, no anclado en lo pretérito, pero tampoco arrastrado por la actualidad efímera. Un límite o barrera difusa entre la tradición y la modernidad de la marca, que evoluciona al igual que el paisaje comercial. “Una exploración conceptual del lujo, donde los ambientes definidos por esta perspectiva no son solo lugares físicos, sino que están modulados por un juego de maquillaje y apariencias, donde la realidad se difumina y las percepciones se alteran sutilmente”, afirman desde OHLAB. Un acertado juego de variaciones que combina herencia y contemporaneidad para recordarnos que el lujo siempre será algo atemporal.
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OHLAB es una firma constituida por Paloma Hernáiz y Jaime Oliver. Se trata de un laboratorio de arquitectura que ha trabajado anteriormente con la Relojería Alemana, así como en distintos proyectos hoteleros, residenciales y comerciales en España y en el extranjero. Ha sido nominada dos veces al premio Mies Van der Rohe, premiada como Architecture Firm of the Year of 2022 y Interior Design Firm of 2019 por el Architecture Masterprize, entre otros prestigios.