El 24 de octubre de 1994, A. Lange & Söhne marcó el renacer y la transformación de la alta relojería sajona con una pieza que nadie esperaba y que, desde entonces, todos anhelan. 30 años después de que el Lange 1 irrumpiera en la escena de la relojería, la manufactura alemana rinde homenaje a este icono con cuatro ediciones limitadas que condensan equilibrio, audacia y el perpetuo desafío a lo convencional.
El regreso de A. Lange & Söhne que cambió la relojería
Hay momentos en la historia de la relojería que no se olvidan, y la presentación del Lange 1 en 1994 fue uno de ellos. No significaba solo el regreso de A. Lange & Söhne tras décadas de silencio: era la materialización de un acto de resistencia. Walter Lange —bisnieto del fundador— reabrió la manufactura de Glashütte tras la caída del muro de Berlín, reclamó su lugar entre los grandes nombres de la alta relojería y lo hizo con una pieza que desafiaba cada norma preestablecida.
El Lange 1 se concibió con una esfera que rompía con la simetría clásica. La disposición descentrada de las horas, la gran fecha inspirada en los relojes de la ópera de Dresde y la reserva de marcha UP/DOWN se organizaron con el rigor del número áureo, generando una belleza atemporal que parecía haber existido siempre. Sin duda, era un gesto audaz en un mundo que veneraba la tradición suiza.
El calibre L901.0 que latía en su interior no se limitaba a cumplir su función, ya que se narraba una historia de detallismo con cada pulido, tornillo azul pavonado y grabado a mano; y esa meticulosidad técnica se unía a una visión estética que trascendía la practicidad. Desde entonces, hemos sido testigos de cómo el Lange 1 no ha cambiado su esencia, pues cuando algo es perfecto, no hay necesidad de modificarlo.
Cuatro ediciones limitadas para celebrar el Lange 1
Para conmemorar su 30 aniversario, A. Lange & Söhne ha desarrollado cuatro modelos de edición limitada que, en vez de estancarse en el pasado, se proyectan hacia el futuro de la relojería con sobriedad, armonía y distinción. Cuatro modelos que lanzan un mensaje sobre la importancia de la permanencia en un mundo obsesionado con lo efímero.
La versión en platino con esfera de ónix negro es una muestra de serenidad y precisión; su caja de platino 950 rodea una esfera de ónix negro, cuya superficie lisa refleja la luz con calma. Las agujas y apliques de oro blanco rodinado se recortan con nitidez sobre el fondo, dejando claro que la ausencia de ornamento es, en este caso, la máxima expresión del buen gusto. A esta versión le sigue otra propuesta donde la calidez del oro rosa 750 se une a la frescura de una esfera azul tratada en plata 925. Esta combinación cromática evoca el amanecer, con el resplandor dorado que se funde en el azul celeste. La luz se desliza por ambas superficies generando una interacción de reflejos para llamarnos a la contemplación. Tanto de este modelo como del anterior se producirán solo 300 unidades.
Asimismo, la colección conmemorativa se completa con dos versiones del Pequeño Lange 1, ambas de 36,8 mm de diámetro, más compactas, pero con la misma fuerza visual y limitadas a 150 ejemplares. La primera, en platino con esfera de ónix negro, condensa la misma elegancia minimalista de su versión mayor. La esfera negra se convierte en un lienzo silencioso donde las agujas de oro blanco rodinado parecen flotar en el vacío. La otra versión en oro rosa con esfera azul de plata 925 ofrece una interpretación delicada y serena, cuyo acabado genera una atmósfera de frescura contenido en el azul profundo de la esfera.
A. Lange & Söhne y la virtud de nunca detenerse
Cuatro piezas que nos demuestran cómo la grandeza de un reloj no se calcula por su novedad, sino por su capacidad para ser siempre relevante. Por eso, si estos objetos miden el tiempo, el Lange 1 parece medir la eternidad. De hecho, cada nueva edición encierra esa filosofía de A. Lange & Söhne que reivindica el «nunca detenerse»; un mantra que se materializa en todos los elementos que componen los calibres de su manufactura. Walter Lange dijo una vez que su propósito era crear «relojes que perduren», y eso comprobamos al mirar esta serie conmemorativa. 30 años de historia y una convicción que ensalza la perfección como un camino en sí mismo. ¿Cuántas cosas en la vida pueden afirmar eso con la misma rotundidad?
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