La artesanía contemporánea está inmersa en un renacimiento, y el LOEWE Foundation Craft Prize lo confirma. En esta nueva edición, el premio vuelve a celebrar a los artistas que, desde la precisión manual, son capaces de abrir nuevos caminos de futuro en la disciplina. Un elogio a la inteligencia del hacer que se recompensa con 50 000 euros.
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Artesanía contemporánea: la materia como pensamiento
En El artesano, Richard Sennett escribía que “hacer es pensar”, y que toda herramienta prolonga la inteligencia del cuerpo. Una afirmación que podría servir como epígrafe para la nueva era de la artesanía: un territorio donde la mano y la mente se reconcilian después de un siglo dominado por la producción en serie. Y por ello, en nuestro presente, la artesanía ha dejado de ser una resistencia romántica frente a la máquina para convertirse en una forma de conocimiento contemporáneo.

Libros como Thinking Through Craft de Glenn Adamson o The Unknown Craftsman de Soetsu Yanagi han devuelto a la materia su poder filosófico y espiritual. Hablar de cerámica, vidrio, madera o metal es hablar de tiempo, de memoria, de las huellas invisibles que deja el trabajo humano. En ese contexto, el LOEWE Foundation Craft Prize se ha convertido desde 2016 en un observatorio esencial de este renacimiento material. Un concurso que celebra el oficio como acto de cultura.


LOEWE Foundation Craft Prize 2026. El futuro de la disciplina
Concebido por la Fundación LOEWE para honrar la excelencia y la innovación en la artesanía moderna, el LOEWE Foundation Craft Prize cumple su novena edición con la mirada puesta en el futuro. El plazo de inscripción permanecerá abierto hasta el 30 de octubre de 2025, y podrán participar artistas profesionales mayores de 18 años de todo el mundo. El premio, dotado con 50 000 euros, distingue obras que combinen maestría técnica, sensibilidad estética y una visión personal de los materiales. Además, se concederán dos menciones especiales de 5000 euros cada una.

Este certamen nació para rendir tributo a los orígenes de la firma LOEWE, fundada en 1846 como taller de marroquinería artesanal, convertido hoy en símbolo de una cultura que entiende la moda como pensamiento. En palabras de Sheila Loewe, presidenta de la Fundación: “La artesanía representa los valores que deseamos trasladar a la siguiente generación: esmero, dedicación e imaginación. Precisamente, los gestos que dan forma al futuro”. La edición 2025 del premio recibió 4600 candidaturas procedentes de 133 países, confirmando el alcance global del proyecto y su relevancia en la transformación del arte y el diseño contemporáneos.


Una comunidad internacional de creadores
El panel de expertos que seleccionará las treinta piezas finalistas reúne a voces clave del panorama internacional, desde la crítica Anatxu Zabalbeascoa hasta Antonia Boström (exdirectora de colecciones del Victoria & Albert Museum), Michelle Millar Fisher (Museo de Bellas Artes de Boston) y Hyeyoung Cho (presidenta de la Korea Craft & Design Foundation). Entre las nuevas incorporaciones, figuran los finalistas de 2025: el artista del vidrio Scott Chaseling, el diseñador Nifemi Marcus-Bello y el artista especializado en carpintería Didi NG Wing Yin, testimonio de una generación que amplía los límites de la técnica hacia territorios conceptuales.


Las creaciones seleccionadas se exhibirán en Singapur en la primavera de 2026, consolidando el espíritu internacional del premio y su diálogo con el paisaje cultural asiático. El jurado que elegirá la obra ganadora estará compuesto por figuras fundamentales de la creación contemporánea: el arquitecto Wang Shu (Premio Pritzker), la ceramista Magdalene Odundo, la diseñadora Patricia Urquiola, el ensayista Deyan Sudjic, la arquitecta Frida Escobedo, el diseñador Naoto Fukasawa, y los nuevos directores creativos de LOEWE, Jack McCollough y Lázaro Hernández, junto con Minsuk Cho, Abraham Thomas y Kunimasa Aoki, ganador de la pasada edición.


El LOEWE Foundation Craft Prize 2026 reafirma una vocación concreta: proteger lo frágil, dar visibilidad a lo manual y demostrar que la innovación puede nacer de la tradición. Un premio que planta cara a la obsolescencia de nuestra sociedad para proponer un modo distinto de progreso: el que surge del contacto con lo más elemental y del respeto por lo hecho a mano. Quizás la artesanía sea, como escribió Octavio Paz en El uso y la contemplación, “la reconciliación del tiempo con el ser”. Una manera de pensar con los dedos. Y en esa reconciliación, la Fundación LOEWE sigue encontrando su lenguaje más puro.
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