Extraña vez un diseñador de moda masculina es noticia. Por regla general son los directores creativos de las firmas de mujer los que acaparan los grandes titulares. Roberto López Etxeberria es una rara avis en el mundo de las telas, pues desde su primera colección, Night Calls, en 2008 el nombre de su firma se curte en las hojas de la prensa especializada y en las de información general.
Después de tres años presentando colecciones de Otoño/Invierno en la Pasarela Vigo y Creamoda Bilbao, el guipuzcoano dio el salto al EGO de Cibeles en 2011 con La piel que habito y Jour de fête. Ambas le valieron como pasaporte para acceder directamente al OFF de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid y han sido la base para que desde 2013 forme parte de la sección oficial de la pasarela madrileña.
Su buen hacer se vio recompensado y publicitado a nivel internacional cuando el pasado 7 de septiembre presentó la colección de hombre Pura piel durante la semana de la moda neoyorkina. Esto ocurría un par de meses después de recibir el galardón Nuevo Valor en la primera edición de los Premios Nacionales de la Moda del Ministerio de Industria: una distinción que reconoce que el talento en el mundo de los patrones está más allá del sexo al que dediques tu labor. Poco amigo de los encasillamientos, seis días después de su debut estadounidense sorprendió presentando una colección para mujer en España.
Las bases del trabajo de Exteberria son la piel y la falta total de barreras estéticas. Sin miedo a nada, el creador vasco de marcada alma punk ha desdibujado las barreras entre los géneros durante su meteórica carrera, aplicando a las prendas de varón marcados detalles hasta ahora femeninos, e incluyendo en el armario masculino las faldas de forma tranquila y nada provocadora. Su lista de éxitos no acaba aquí y ya anuncia próximos titulares relacionados con un film americano en el que aparecerán varios de sus personalísimos diseños.