La chica nómada de Tokio fue un ejercicio con el que Toyo Ito ya expuso a mediados de los años 80 la crisis de la ciudad posindustrial y de las sociedades tardo capitalistas. Una joven Kazuyo Sejima interpretaba el papel de una mujer que renunciaba a las posesiones materiales tradicionales y vagaba por una megalópolis de la que se servía para sus actividades cotidianas. La exposición Japan Desu —en Matadero Madrid hasta el 4 de diciembre— analiza de nuevo esa relación a través del diseño, la moda y la arquitectura japonesas.
Las reflexiones de Japan Desu
La intención de Toyo Ito con aquel trabajo era mostrar la necesidad de propuestas que difuminasen los límites entre los espacios públicos y privados en ciudades cada vez más voraces. Las grandes urbes japonesas —Tokio y Kanagawa con 14 y 8 millones de habitantes respectivamente— son consecuencia de los recursos territoriales limitados que ofrece un país atrapado en una isla y que lleva, inevitablemente, a la hiperdensificación. La vida de las personas dentro de estos monstruos es una de las temáticas que más ha preocupado a los arquitectos y diseñadores japoneses; y la relación con la cotidianeidad —la rutina de desplazarse, alimentarse o vestirse— es una de las maneras más evidentes de transmitirlo.
Japan Desu —una iniciativa de DIMAD con la colaboración principal de Nissan e institucional del Ayuntamiento de Madrid— sitúa el foco en cómo la moda y la arquitectura —de manera parecida al planteamiento de Toyo Ito— establecen un vínculo con la actividad del día a día para explicar las dimensiones del problema. La exposición se centra en el kimono y en el edificio de vivienda colectiva como ejemplos representativos de la intimidad. Dos mundos interconectados con un mismo dilema para el que se buscan y se ofrecen respuestas creativamente válidas.
Arquitectura y moda japonesa. Un diálogo común
Tanto el traje en la moda como el espacio en la arquitectura residencial, visten por fuera a los cuerpos. Ambos se confeccionan o se construyen a una escala ergonómica y directamente relacionada con el uso. Se piensan para proteger a personas desnudas y sin refugio. Se usan en la privacidad y son un reflejo de esas costumbres.
Formas difusas
Issey Miyake centró la práctica de su carrera en el material de la tela como configuración del diseño. Es conocido por ser el creador de conceptos como el A POC ─A piece of cloth─, indumentaria elaborada a partir de una sola pieza, o los Pleats Please, patrones en los que la tela se plisaba después de coserla para lograr un tejido que se mantuviese estable en los lavados y secados a máquina, en el transporte o en el almacenaje sin tener que ser planchado. Este proceso le llevaba a olvidarse de la figura y a obtener prendas afines a la caída, al vuelo o a la sensación matérica en contacto con la piel.
Esta idea de abstracción también es una respuesta en la arquitectura a la limitación espacial. Encontramos en la exhibición ejemplos de proyectos de torres en urbes japonesas que levantan hasta 10 pisos del suelo con viviendas que no superan los 50 m2. Ante esta perspectiva, los enclaves no pueden albergar una utilidad concreta —comedor, cocina, dormitorio—, por lo que resulta imprescindible que se conciban lo suficientemente neutros como para poder albergarlos todos. La ausencia de uso, tanto en la arquitectura como en la moda, libera al cuerpo de cualquier atadura referida a una forma o a una función específicas.
Abstracción oscura y brutalista
Se dice de Yohji Yamamoto que lleva volcando su existencialismo en la moda desde los años 70. En sus colecciones, el negro aplica una uniformidad que fuerza la atención en los detalles y difumina las barreras entre géneros, revindicando también la misma noción de abstracción.
La arquitectura tradicional japonesa ha hecho uso de una gran honestidad a la hora de tratar los materiales. Los tabiques de papel o los elementos de madera natural han evolucionado de manera indefinida, pero siguen apareciendo en los edificios contemporáneos. El respeto al material honesto, sin tratar, se mantiene en los proyectos de Tadao Ando, Sou Fjimoto o Atelier Bow Wow, y se emplean en contraposición —igual que sucede con el negro en las colecciones de Yamamoto— a los volúmenes vestidos con el uniforme del blanco o del hormigón brutalista.
Kunihiko Morinaga lleva la idea de la abstracción más allá del límite físico y se interesa por lo real y lo virtual, lo que se percibe físicamente y lo que solo se puede comprender en la dimensión digital. En la exposición vemos algunos diseños que se desentienden de los contornos humanos. Trajes con formas poliédricas en los que aparecen estampados al iluminarse. Indumentaria que no parece estar pensada para moverse ni para trabajar, pero que podría cobrar sentido en un entorno virtual.
Límites dimensionales
La densidad de las capitales japonesas hace del espacio urbano el bien más preciado. Esta presión se traduce en que los nuevos inmuebles se puedan levantar sobre los retales de la trama urbana que aún queden libres. Solares con hechuras imposibles en los que encajar los ambientes tradicionales de una vivienda se complica. Los arquitectos nipones han sabido aprovecharse de esa cultura de la abstracción y de una vida cada vez más digital para lidiar con el problema dimensional, y conseguir modos de vida posibles en contextos que, habitualmente, se podrían haber considerado inhabitables.
Japan Desu en Matadero Madrid
Japan Desu prosigue con un recorrido extenso a través de varios diseñadores con los que se abordan temas sobre artesanía, reciclaje o límites entre el cuerpo y traje, completándose con un apartado adicional sobre el diseño de automoción, con modelos originales de Nissan.
Japan Desu es Japón. Todo su discurso acerca de la abstracción en la arquitectura y la moda se muestra en un área expositiva organizada por textiles que cuelgan de los techos de la nave de la Central de Diseño (DIMAD). Las telas plantean un trayecto que parte de una prenda que se contrapone a dos propuestas arquitectónicas con las que se sugiere el diálogo y la búsqueda de analogías. A pesar de que se echa en falta alguna explicación más concreta para que el símil quede perfectamente encuadrado, las maquetas y las confecciones juegan en favor del concepto. Como si ambas fuesen un esbozo, un patrón de una misma idea.
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Japan Desu se emplaza en el espacio Central de Diseño de Matadero Madrid desde el 4 de octubre hasta el 4 de diciembre
Es una iniciativa de DIMAD con la colaboración principal de Nissan e institucional del Ayuntamiento de Madrid.
